El restaurante ha anunciado que lanzará un oloroso para usar en la cocina durante la presentación de tres vinos de bodegas jerezanas, un fino, un oloroso y un palo cortado, embotellados bajo su marca
El destino de La Carboná siempre ha estado marcado por el vino de Jerez, aunque confesaba su propietario Javier Muñoz, que tardó un poco en darse cuenta. Lo contaba durante la presentación de tres vinos seleccionados por él y Javi Muñoz, su hijo, chef de La Carboná y «chef del sherry». Son de tres bodegas jerezanas diferentes, etiquetados bajo el nombre del establecimiento. Durante el acto, adelantaban el lanzamiento de otro vino, pero con en una línea especial: un oloroso para cocinar, que aún tiene que ser presentado oficialmente.
El oloroso para cocinar de La Carboná. Foto: Cosas de Comé
Bajo el nombre Chef, quieren que este oloroso sea una «herramienta» para los cocineros, especialmente para aquellos que no conocen las bondades de los jereces en la cocina. El vino tiene origen en las bodegas William & Humbert, con una selección hecha por Paola Medina, enóloga de la marca, y el cocinero Javi Muñoz. El diseño de la etiqueta, obra de la diseñadora Cristina Muñoz, muestra la mano de un cocinero con el gesto de echar sal, pero en su lugar, lo que caen son los símbolos de los diferentes tipos de vinos de Jerez.
Los vinos que se han presentado, un fino, un amontillado y un palo cortado, tienen como objetivo que los clientes de La Carboná que prueban el vino de Jerez no solo en las copas, si no también a través de su cocina, se puedan llevar un trozo de esa experiencia a casa. Para ello han contado con las bodegas jerezanas Faustino González, Maestro Sierra y Cayetano del Pino. El fino procede de una saca seleccionada entre Jaime González García-Mier, hijo del fundador de la marca, y Javi Muñoz. El primero define este vino como «un fino en rama muy clásico, que muestra toda su expresión», con seis años de vejez media y unas soleras que datan de 1900. El amontillado proviene de Maestro Sierra, seleccionado de la misma forma, con unos 12 años. Es un vino que utiliza Muñoz en la receta de alguno de los platos de su menú. La bodega Cayetano del Pino es la que aporta el palo cortao, con unos 20 años de vejez y mucha personalidad. Los precios son 22 euros el fino, 34 euros el amontillado y 32 euros el palo cortado.
Todos los implicados en la creación de los vinos de La Carboná, con el chef y el propietario del restaurante en el centro.
El diseño de la etiqueta de nuevo es de Cristina Muñoz, que ha usado los arcos de la bodega como inspiración para el troquelado. Han trabajado los conceptos de tradición, modernidad y exclusividad para conseguir transmitir el significado del vino de Jerez y lo que significan para La Carboná. El nombre de cada tipo de vino está colocado de forma que sea visible cuando el vino se sirve. Además, han diseñado una trama con textura que evoca lo que se percibe al degustar cada uno de los vinos.
Estos se pueden adquirir a través de la tienda online de La Carboná, donde además de estas botellas, se puede encontrar aceite de oliva y cerveza envejecida en barricas de oloroso y vinagre, todo bajo el nombre del restaurante, los «bomvinos», unos bombones rellenos del mismo vino palo cortado de Cayetano del Pino que hacen en colaboración con La Rosa de Oro, y camisetas que recuerdan el vínculo del restaurante con los jereces.
Teléfono, dirección y más datos sobre La Carboná, en este enlace.
Y además…
La carta de vinos del Restaurante La Carboná ha sido elegida como la segunda mejor de la provincia de Cádiz en la última edición de los Premios Solera. Aquí toda la información:
Y aqui un video con una receta divertida, un bocadillo, preparado por Javier Muñoz:
