Fundado entorno a 1840, este emblemático establecimiento de Conil continúa sirviendo sus tapas de pescaíto frito, mariscos, aliños y montaditos tal y como lo hacían en los años 60. Regentado por la familia Sánchez desde hace tres generaciones, el local mantiene su vajilla clásica, alta barra de azulejos y estética tradicional.

 

Es, probablemente, el bar más antiguo de Conil. Y también uno de los primeros de la provincia de Cádiz. Los archivos municipales de la localidad fechan su apertura entorno a 1840. Ubicado junto al popular arco de la Villa conileño, el bar Los Hermanos es toda una institución en el municipio. Su oferta de tapeo clásico basada en pescado frito, marisco, montaditos y aliños de excelente calidad y buenos precios resulta un atractivo reclamo. Sumergirse en su estética tradicional de bar de azulejos con barra alta y bullicioso ajetreo, toda una experiencia. Así como degustar alguna de sus especialidades en esos típicos platos de loza blanca donde, como marcan los cánones clásicos, se acompañan de un par de picos. «Como se ha hecho siempre en los bares de toda la vida.  Nos gusta respetar las tradiciones”, afirma Paco Sánchez Amaya, uno de los propietarios.

Paco Sánchez Pérez pertenece a la tercera generación de la familia Sánchez que regenta el establecimiento. Foto: CosasDeComé

Paco Sánchez Pérez pertenece a la tercera generación de la familia Sánchez que regenta el establecimiento. Foto: CosasDeComé

La familia Sánchez regenta el establecimiento desde los años sesenta del siglo XX. Anteriormente, un tío de Paco, Juan Sánchez López, ya trabajaba como ‘chicuco’ con Antonio y Manuel Aragón, los dueños por los que el local recibe el nombre actual. “El bar pasó de unos hermanos a otros hermanos. Cuando marcharon los Aragón, mi padre y mi tío Antonio se unieron a su hermano Juan”, relata Paco quien, junto a sus hermanos y primos, creció y se forjó como hostelero tras la barra de este negocio familiar. “Hasta mediados de los 90, Los Hermanos fue el clásico bar de pueblo y un punto de encuentro porque siempre estaba abierto. De cuatro y media de la mañana a las once de la noche. Y todos los días del año”, recuerda, mientras evoca ese primer café, o copa, que marineros y agricultores degustaban en sus instalaciones antes de iniciar su jornada laboral. “Por aquí pasaba todo el mundo. Esto era un 24 horas.”

En aquella época en Los Hermanos tan solo servía comida por la noche. “Ponían cazón y chocos fritos, el montadito de marrajo, hígado, alguna carne guisada y poco más. Todas esas tapas las seguimos teniendo actualmente en homenaje a nuestros inicios”. En 1996, Paco Sánchez Amaya se hizo con las riendas del negocio familiar junto a su primo Nicolás Sánchez García. Fue con ellos cuando el bar Los Hermanos amplió su carta hasta alcanzar la veintena de variedades que mantiene en la actualidad. «Empezamos a especializarnos en el buen pescaíto frito y en el marisco. Quitamos el café y los juegos de cartas y cambiamos totalmente el ambiente.» También sometieron al local a una reforma integral «aunque mantuvimos la barra y la estructura central, además de los azulejos», lo decoraron con fotos antiguas de la familia y la localidad y añadieron mesas en la terraza.

Dada la buena aceptación de los clientes desde ese momento, Paco y Nicolás Sánchez se hicieron con una fórmula para organizar el autoservicio en el bar. «Como venía cada vez más gente, nos inspiramos en Casa Balbino de Sanlúcar a la hora de organizar las comandas en la barra. Y nos ha ido muy bien», desvela el propietario. Y es que desde entonces, y a casi a cualquier hora del día, el bar Los Hermanos es un constante ir y venir de personas. Siempre está lleno. «Aquí no paramos. Aunque el choco frito y el cazón son nuestras tapas estrella, sale todo. Especialmente el pescado. En verano podemos vender unos 200 o 300 kilos al día». También gozan de gran aceptación sus distintos arroces.  Unas tapas que suelen servirse acompañadas de una cerveza Cruzcampo fría y bien tirada, de las que en los meses de más demanda consumen una decena de barriles diarios. “Nuestros clientes ya no son solo los conileños sino también muchos turistas. Desde hace unos años parece que si no has venido a Los Hermanos no has estado en Conil”

Animado por el éxito del histórico establecimiento, Paco Sánchez ha emprendido recientemente dos nuevos proyectos en la hostelería conileña. Así, en 2013 Sánchez Amaya abría la cervecería Los Tres Hermanos junto al mercado de abastos de Conil. Su nombre y oferta gastronómica resultan un claro guiño al famoso bar familiar, especializándose también en pescados fritos y mariscos. Dos de los hijos de Paco, Raúl y Mario, regentan este nuevo local. El tercero de ellos, Paco, relevó a su padre al frente de Los Hermanos en 2019 junto a su primo Ale Sánchez, que hizo lo propio con su padre Nicolás. «La tercera generación de los Sánchez ya ha llegado. El oficio nos corre por las venas. Es algo de familia, nos hemos criado con ello», añade Sánchez Amaya quien inauguró hace unos meses una abacería, Rebollo, junto a la nueva cervecería. «Aprendimos de nuestros padres y abuelos que la calidad en el producto y el cuidado trato al cliente son las dos máximas fundamentales. Y así seguiremos haciéndolo. Ya sea en nuestro bar de toda la vida o en los nuevos».

Paco Sánchez se ha inspirado en la esencia gastronómica de Los Hermanos para crear Los Tres Hermano. Foto: CosasDeComé

Paco Sánchez se ha inspirado en la esencia gastronómica de Los Hermanos para crear Los Tres Hermano. Foto: CosasDeComé

 

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