Algunos, como la Cremería y Pazza Mina de Cádiz, Toni de Sanlúcar o La Martina de Algeciras, buscan en este servicio una alternativa al confinamiento. Los Italianos o Helados Mira quieren complementar la actividad de sus despachos una vez que comience esta anómala temporada.

 

Helados Toni de Sanlúcar abrió sus puertas el 13 de marzo. Viernes. Lo anunciaba dos días antes en sus redes sociales, bromeando con la fecha: «¿Quién dijo que los viernes 13 son días de mala suerte?». Y no lo fue. El día auténticamente chungo fue el siguiente, el sábado 14, cuando el Gobierno anunció lo del Estado de Alarma. El caso del negocio de la plaza del Cabildo no es ninguna excepción: las heladerías estaban abriendo temporada justo cuando empezó el confinamiento. En sus cámaras, ahora mismo, se acumula un montón de helado, el que hicieron para arrancar y el que estaban preparando de cara a la Semana Santa. Al menos, el helado se conserva bien, se consuelan en Toni.

Ante esto, las heladerías se están planteando algunas estrategias para ver cómo compensar un temporada corta. Una de las ideas es la de postergar el cierre estacional. Es lo que tiene en mente Toni, que habitualmente cierra su despacho principal a principios de octubre y ahora piensa en mantenerlo abierto hasta finales de octubre, hasta el cambio de hora. En las heladerías de la capital gaditana son más reacios a alargar la temporada, porque es difícil ir contracorriente: tras el verano, aunque siga haciendo calor, la gente deja de consumir, explican las del casco histórico. Heladería Mira sí se está planteando el intentarlo, y creen que la nueva terraza que han instalado, y que protegerá a los clientes del viento, les ayudará. También en La Cremería están pensando en cerrar algo más tarde de lo habitual, si el tiempo acompaña.

Cambiando los carritos por las motos

Uno de los helados de Pazza Mina. Foto cedida.

Pero la medida estrella es el servir helados a domicilio.  La Cremería de Cádiz ha sido de las primeras en implantar este servicio, que funciona de jueves a domingo a través de la aplicación Uber Eats. Explica Carlo Guerriero que este año pensaban implantar el reparto, con o sin confinamiento. Iba a ser la novedad de esta temporada. Los sabores que están disponibles a domicilio son entre diez y quince (en el despacho suelen tener 25) y la carta va cambiando ya que los helados «son frescos del día». En sus redes sociales, la empresa informa exhaustivamente de todas las medidas que está adoptando para evitar los contagios. El reparto ha comenzado a funcionar el 9 de abril con buen resultado, aunque limitado a un área de 3 kilómetros. Para este fin de semana, se ampliará para llegar también al casco histórico gaditano.

La Heladería Artesana Dulce de Leche de Valdelagrana, una firma que aún no ha cumplido el año, también eligió el Jueves Santo para inaugurar un servicio a domicilio. Su primer año tuvieron, explican, una buena acogida, y este «con toda la ilusion de hacer una gran temporada inauguramos el 28 de febrero». El viernes 13 cerraron, «pero aquí no perdona nadie» y las facturas se acumulaban, y algunos clientes que les escribieron para pedirles que le llevaran helado a casa. «Por todos esos motivos decidimos que a pesar de la gravedad de la enfermedad y siempre siguiendo las recomendaciones de sanidad al respecto, a partir del Jueves Santo, llevaríamos helado a las casas del Puerto».

Los pedidos se hacen a través del WhatsApp del teléfono 617555979. El horario de pedidos es de lunes a domingo de 12:00 a 21:00 horas y funciona en todo El Puerto. El pedido mínimo es de 8 euros y el envío cuesta un euro. El pago se hace con tarjeta. La carta –la puedes ver aquí– varía en función de los helados que van preparando.

Allí precisamente, en el casco histórico, está Pazza Mina. Anda Ake, que estaba deseando volver a trabajar tras este parón forzoso, ha decidido iniciar también el reparto a domicilio de sus helados también a través de aplicación Uber.

En Algeciras, La Martina ha puesto en marcha el 15 de abril un servicio a domicilio que funciona a través del teléfono 634612199, y que reparte tarrinas de un litro o medio, con un importe mínimo de 12 euros. El servicio cuenta con carta propia. Hay 14 sabores a elegir.

En Heladería Toni de Sanlúcar quieren iniciar este servicio a partir del 1 de mayo, «siempre y cuando el riesgo de contagio haya bajado para no poder en riesgo a los trabajadores, es más importante la salud que la parte económica», explica Rafael Jordá. El reparto se hará en tarrinas de medio o un litro, cantidades para las que hay tarrinas de corcho que facilitan la conservación de una temperatura adecuada durante el transporte.

Otras tres heladerías consultadas quieren también repartir a domicilio, pero no ahora, sino precisamente cuando termine el confinamiento. Es el riesgo sanitario para los repartidores el que frena tanto a Helados Mira como a Da Massimo. Desde el establecimiento gaditano, Trinidad Mira destaca la importancia de evitar los contagios «por todos los medios». Habrá servicio a domicilio, pero cuando estén abiertos. Massimo Pozzi incluso ha hecho un vídeo donde explica a los impacientes clientes de su heladería de El Puerto por qué no les lleva helados a casa, y el motivo es el mismo: su empresa no distribuye productos de primera necesidad… pero sí que puede convertirse en fuente de contagio. Así que retomarán el servicio a domicilio cuando puedan abrir. Mientras, comparten a través de sus redes sociales recetas para hacer helados en casa.

Actualización: a partir del 22 de abril se pueden hacer pedidos y recoger de un día para otro en las heladerías Da Massimo, llamando al 687237575.

Heladería Salón Italiano (Los Italianos)

Topolino frente a Los Italianos. Habrá que esperar a que termine la cuarentena para volver a probarlos, en la cafetería o en casa.

Los Italianos de Cádiz son toda una institución heladera en la capital gaditana. Los creadores de los topolinos están aún decidiendo qué harán, y se están planteando recurrir a Uber para implantar un servicio a domicilio; no sería ahora, sino una vez que reabran y como una fórmula de reforzar una temporada que será más corta de lo habitual y que no ven viable ampliar más allá de la fecha de cierre habitual, explica Joaquín Campo.

Menos claro lo tienen en las Heladerías Soler de Jerez. Aunque algunos clientes les animan a hacerlo, aún no se han planteado iniciar un servicio a domicilio. «De momento, no», explica Marcos Soler. Las cámaras seguirán llenas hasta que se pueda abrir. El propietario de estos establecimientos se acuerda con pena de los helados almacenados en sus cámaras, congelados por la cuarentena.

Guía de sitios abiertos durante el estado de alarma

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Quiero probar los distintos sabores de un jamón