El espacio chiclanero está completamente restaurado tras décadas convertido en una escombrera y ahora cuenta hasta con una singular playa. Su espacio gastronómico está al aire libre y se basa en la tradición.

 

«Hace dos años, mi padre llegó a casa diciendo que había comprado una salina», explica Isabel Chozas Rendón. En realidad, se había hecho con los 36 años que restaban de la concesión administrativa en vigor de las salinas de Santa Teresa de Chiclana, situadas en el Parque Natural Bahía de Cádiz. Su estado era lamentable; se había convertido en una escombrera, y ha costado dos años transformar este espacio. Ahora acaba de reabrir y son Isabel y su hermana Ángeles los que se encargan de gestionarlo. Isabel lleva la parte culinaria y Ángeles, la más turística.

Imagen cenital de las salinas. Fotos cedidas.

Actualmente hay visitas guiadas en las que se explica el entorno y el trabajo salinero, así como la transición de la salina al estero. También hay espacio para la talasoterapia, e incluso han habilitado una playa. A orillas de un estero han colocado 16 sombrillas y 32 hamacas. Hay arena y, ya en el agua, un fondo de fango, pero compacto. El agua llega hasta la cintura. Y, mientras se toma el sol, se puede tomar un cóctel o un refresco.

El conjunto se completa con un pequeño centro de interpretación habilitado en la antigua casa salinera, que se ha rehabilitado y ahora permite al visitante conocer la historia y tradición de las salinas, cómo funcionaban y cómo evolucionaron a lo largo de los años hasta su casi desaparición.

Una imagen nocturna. Fotos cedidas.

La gastronomía

Junto a la casa salinera se ha instalado una caseta de madera donde se ha instalado una cocina y una terraza sobre tarima también de madera de unos 100 metros cuadrados, protegido del sol por unos toldos que recuerdan a las velas de un barco. De momento, en este espacio gastronómico, denominado El Estero, hay una quincena de mesas. Este es el territorio de Isabel, grado en Gastronomía y Artes Culinarias en el Basque Culinary Center y que trabajaba en Alemania hasta que la pandemia le hizo volver. Cuando su padre se hizo inesperadamente con la salina, estaba trabajando en el restaurante Popeye.

Para El Estero ha diseñado una carta con variedad de platos elaborados sobre todo con productos de los propios esteros, tanto pescados como moluscos. Hay lenguado, dorada o lubina, a la plancha o al carbón, así como ostiones y camarones de estero. En temporada también habrá los apreciados langostinitos de estero y se harán despesques en los que se cocinará el pescado de la forma tradicional: en teja y con sapina (aquí puedes ver detalladamente cómo se hace).

Aunque se base en el estilo tradicional chiclanero, lo ha actualizado «con un toque de vanguardia», como en el Salmorejo con corvina ahumada con choclo, por ejemplo, o en una presentación de los platos más cuidada. Para beber, presentan como primera opción los vinos de Chiclana de las Bodegas Manuel Aragón.

El ticket medio en este espacio oscina entre los 35 y los 40 euros, y en estos primeros días de actividad se está llenando. «No me lo esperaba, prácticamente  no damos abasto», explica Isabel.

Cómo acceder

El espacio es accesible de forma gratuita a pie o en bicicleta. Sí hay que reservar y pagar para participar en las actividades, incluida la entrada a la playa (que incluye una consumición). También es necesario reservar para comer en el espacio gastronómico, que abre todos los días de la semana para almuerzos y cenas, y que está disponible para celebraciones. Las reservas se hacen a través de internet (enlace aquí) o a través del teléfono 747 498 672.

Si se llega en coche, se puede aparcar en un espacio situado a la entrada, un aparcamiento gratuito con aforo limitado a disposición de las personas que hayan realizado la reserva. Para llegar desde el centro de Chiclana hay que bajar en la parada de la Línea 11 Mogarizas, en la Salina de Carboneros, que queda a 25o metros.

Más información sobre las Salinas aquí.

¿Quieres saber qué más espacios hay disponibles para realizar despesques? La respuesta, aquí.

El pescado de estero en 10 minutos