El establecimiento abre a iniciativa de José María Barea, propietario de La Maroma,  está dedicado al producto de proximidad y cuenta con impresionantes vistas.

 

El restaurante La Merina de Grazalema ya está abierto junto a la piscina municipal El Tajo de Grazalema. Este restaurante, abierto a iniciativa del propietario de La Maroma, José María Barea, se consagrará al producto de proximidad.

El establecimiento cuenta con sala y a partir de otoño también montará una terraza para aprovechar las espectaculares vistas que ofrece el lugar, aunque solo dispondrá de una mesa y habrá que reservar.

En cuanto a la carta, se centra en la gastronomía tradicional serrana, según explica José María Barea. El protagonismo es para los productos de la provincia, tanto en el menú de comidas como en la carta de vinos. La única excepción se hacen con los provenientes de Ronda, municipio malagueño pero cercano Se comerá de temporada y no faltarán los guisos propios de la zona, carnes de caza, retinto, cordero o cabrito.

Al frente de la cocina está Gregorio Sánchez, con el que José María coincidió durante 16 años en el hotel Fuerte de Grazalema.

Con respecto al horario, ofrecen almuerzos y permanecen abiertos ininterrumpidamente para el tardeo, con música en directo los fines de semana. Puntualmente, los sábados que sean festivos, habrá también cenas.

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