Los quesos Doña Casilda, de la empresa Agrazul, inició la venta directa por internet tras un mes sin ingresos por la crisis del coronavirus, y a ellos mismos les ha sorprendido el resultado.

 

Es un caso singular: una empresa que se ha reinventado tanto durante el Estado de Alarma, que ha conseguido mejores resultados que antes del confinamiento. Hablamos de Agrazul, que ahora comercializa sus quesos con el nuevo nombre de Doña Casilda, y que además los envía a domicilio, una estrategia que no solo la ha llevado a sobrevivir, sino a mejorar su facturación.

Explica la historia el maestro quesero, Carlos Ruiz. Para empezar, está el cambio de nombre. La empresa surge en Alcalá de los Gazules, aunque tiene su fábrica en San José del Valle. Hacen quesos de sus propias cabras de raza murciano-granadina. En la empresa había reticencia a dejar de utilizar el nombre histórico, pese a que los problemas que les causaba la confusión con otras dos empresas del sector, Andazul y El Gazul.

La primera oportunidad la dio la elaboración de unos enormes quesos (reportaje aquí), que quisieron distinguir de los otros. Casilda es la hija de Carlos, nieta del propietario de la firma… por lo que no hubo mucha discusión. El nombre tiene más gancho comercial, y con ese nombre acabaron llamando en los restaurantes a todos los quesos de la marca hasta que al final, la denominación se ha hecho oficial. Ahora, Agrazul sigue siendo el nombre de la empresa, pero el nombre de los quesos es Doña Casilda.

Antes del virus, la empresa vendía de forma directa, pero su negocio estaba en la hostelería. Con el Estado de Alarma y el cierre de los bares, esa vía se cerró repentinamente y dejó de entrar dinero en caja. No fueron, ni mucho menos, los únicos afectados del sector; aquí puedes ver un reportaje sobre el tema. Así que, tras un mes desastroso, trataron de vender los quesos directamente: por WhatsApp. Algunos potenciales clientes desconfiaban: querían ver la página web de la empresa. Así que se pusieron a ello y abrieron en internet a finales de abril (aquí está el resultado, la web).

El expositor de la firma en el Despesque organizado por Ángel León.

Los quesos empezaron a circular, y gustaron. La gente los fue recomendando, explica Carlos Ruiz, que sabe de casos concretos de ventas en San Fernando que generaron pedidos al norte de España, por ejemplo. Han llegado al Ferrol, Zaragoza… han distribuido por todos los distritos postales de Madrid. En el poco tiempo transcurrido, la facturación por venta directa se ha multiplicado varias veces con respecto a lo que había antes, y el resultado es que han aumentado la facturación con respecto a la etapa anterior. Están superando el confinamiento, y han evitado los despidos, explica el maestro quesero.

Una de las claves han sido, indica, los precios, prácticamente los mismos que para los distribuidores, de forma que salen bastante más baratos que en una tienda.

Ahora empiezan a llegar de nuevo los pedidos de la hostelería, pero el camino de internet ya está abierto, y continuará cuando se alcance la nueva normalidad, una época para la que ya planean el lanzamiento de nuevos productos.

Más información sobre la empresa, aquí.

Pinche aquí para saber más.
Quiero probar los distintos sabores de un jamón