La Venta Junta de los Ríos, fundada en 1910, es uno de los establecimientos más singulares de la provincia. Dentro del restaurante hay una tienda donde venden desde jaulas de pájaros hasta cencerros…y todo ello, junto a sus desayunos gigantes
113 años de Historia e historias. Ha contado en su interior con panadería, ferretería e incluso taller de motos y bicicletas. A día de hoy sirve más de 200 desayunos diarios y goza de gran popularidad en la provincia tanto por ellos como por su cocina casera. Se trata del nada desdeñable palmarés de la Venta junta de los Ríos. Ubicada en las proximidades de Arcos de la Frontera, en la pedanía con el mismo nombre, este establecimiento conserva el auténtico sabor de las ventas de antaño. No en vano, las tostadas de grandes dimensiones y los numerosos artilugios que se pueden adquirir en su tienda interior son dos de sus peculiares señas de identidad .
Juan Ruiz, actual jefe de cocina de la venta, junto a una de las tostadas que han dado fama al lugar. Foto: CosasDeComé
“Somos un referente en la zona: por la antigüedad, los desayunos, nuestros guisos de siempre y nuestra oferta de productos de recuerdo o para el campo” explica Juan Manuel Ruiz, actual jefe de cocina del establecimiento. Tras casi cincuenta años capitaneada por la familia Ramírez, la venta Junta de los Ríos ha pasado recientemente a manos del empresario Adolfo García Borrego quien mantiene intacta su esencia. “Este sitio es un tesoro, ni nos planteamos cambiarlo”, relata Ruiz, portavoz del nuevo equipo de García Borrego.
Así, este cocinero arcense ha aprendido de Juan Jesús Ramìrez Alpresa, anterior propietario de la venta, los secretos del arte desayunístico del lugar. “Pan de la panadería de Manuel Soria de la Junta de los Ríos, dos tostadores de calidad, una persona especialista siempre encargada… ¡y mucho esmero!” desvela Ramírez Alpresa, quien inició hace más de veinte años el despegue de los desayunos del establecimiento. “La gente comenzó a venir porque nuestra tostada es enorme, rondando los 30 centímetros, y llamaba muchísimo la atención. Además su tueste es dorado y aterciopelado, que es como más gusta”.
Un legado que la nueva gerencia ha mantenido, sirviendo estas famosas tostadas, además de vienas y molletes, desde las cinco de la mañana hasta las doce del mediodía y a diario. “Los desayunos siguen siendo nuestro fuerte. Entre semana viene mucha gente de paso a comerlos. Y los sábados y domingos lo hacen expresamente sin necesidad de que les pille de camino”, afirma Ruiz. La tostada grande sin café se cotiza a 1,30 euros sin café y 2,40 con él.
El establecimiento sirve unos 200 desayunos diarios. Foto cedida
Junto a los desayunos, Juan Manuel Ruiz ha heredado del histórico propietario de Junta de los Ríos su recetario casero tradicional donde no faltan los guisos, carrillada, cola de toro, perdiz estofada o parrilladas varias, siguiendo la estela de Josefa Villalba Ramos, esposa de Juan José Ramírez. También conservan la fórmula del menú del día, al precio de 9 euros, que se conforma de tres primeros y dos segundos a elegir, postre y bebida.
Otro de los atractivos de esta venta reside en su carácter casi museístico. Adentrarse en sus instalaciones supone hacerlo en un escaparate continuo de quesos, aceites, legumbres y panes de la zona, herramientas del campo, piezas de barro, cencerros y hasta cuchillos. La vista del visitante no tiene apenas descanso, en un éxtasis contemplativo que puede acabar en un síndrome de Stendhal a lo rural. Más de 800 artículos aglutinados no solo en el bar en sí sino en una tienda anexa que ya fundara en 1969 Antonio Ramírez Ramos, padre de Juan Jesús, propietario de venta por aquel entonces. “Se creó en su día porque esta zona era como una barriada. No había de nada. Así se la surtía tanto a ella como al paso. Hoy se ha convertido en una tienda de souvenirs y de artículos del campo”, aclara Juan Manuel Ruiz.
Y es que la Venta Junta de los Ríos siempre se ha caracterizado por albergar en su interior otros establecimientos según las necesidades de los vecinos de la zona. Así lo recuerda Juan José Ramírez quien explica que el centenario bar, que nació como un ventorrillo mientras se construía el embalse de Guadalcacín en 1910, ha acogido tanto «una panadería con las antiguas cartillas de racionamiento, como un taller de bicicletas y motos, una barbería… hasta ha vendido materiales de construcción».
La venta ha tenido diferentes usos a lo largo de su historia, entre ellos el de taller de bicicletas y motos. Foto cedida
Bajo su recién estrenada gerencia, la venta Junta de los Ríos pretende mantenerse como paraíso y referente desayunístico a nivel provincial. Para ello, desea fomentar el consumo de sus tostadas en sus grandes terrazas, sobre todo en la posterior, ajardinada y especialmente amplia. «Desayunar aquí resulta una gozada, los ríos Majaceite y Guadalete se unen justo atrás. También las noches son muy agradables», comenta Ruiz. «Y por supuesto, el buen hacer, la cercanía y la hospitalidad seguirá siendo marca de la casa, como lo lleva siendo desde hace cien años»
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