Algáeca planea cultivar cuatro especies en una salina situada entre Puerto Real y San Fernando y empezar a comercializar en otoño.

 

Se llama Algáeca y es un nuevo proyecto para cultivar y sacar provecho a las algas que ya crecen de manera natural en la Bahía de Cádiz. Su promotor es Andray Leonchik, quien busca «sorprender mientras disfrutamos de este alimento saludable, y, para que algo sorprenda en la cocina actual tienen que pasar dos cosas: que sea nuevo y que esté rico. Y no quedan muchos ingredientes que nos podamos comer que estén ricos, que sean novedosas, sostenibles y que sean saludables.
Ahí es donde entran las algas, que además de nutritivas y sabrosas son un producto fresco, sostenible y de Cádiz», explica.

Leonchik, de origen bielorruso, está afincado en España desde hace casi tres años. Hace un año llegó a Cádiz para completar su formación en Creación de Empresas. La lectura de unos artículos sobre el cultivo de las algas y sus beneficios para el medio ambiente le dio la idea de crear un negocio propio dedicado a esta actividad, ya que las algas son sumideros de dióxido de carbono, y desde el punto de vista nutricional son ricas en los nutrientes omega 3 y omega 6, entre otros.

La salina donde se desarrolla el proyecto. Foto cedida

En Andalucía, explica, las macroalgas se cosechan, pero hasta ahora no se cultivaban. Sus trabajos para cultivar ya han comenzado y se centran en cuatro especies: Lechuga de mar (ulva), ecodium, Gracilaria Chondracanthus. Se usan para la alimentación, incluyendo la elaboración de agar y carragenina, como producto alimenticio y en cosmetología. Hoy en día, para cultivar estas algas, se utilizan fragmentos de algas marinas que se recolectan del ambiente natural. Estos fragmentos se adhieren a líneas de cuerda colocadas en estructuras flotantes sumergidas en el agua. Después de alrededor de dos meses, las algas están listas para ser recolectadas y aprovechadas.

De esta manera, ahora mismo ya se están produciendo algunas especies de algas, aunque Leonchik está a la espera de las necesarias autorizaciones para iniciar la comercialización.

Paralelamente, el proyecto está en proceso de investigación para implementar un método que optimice el cultivo a través de la utilización de esporas. El cultivo, tal y como se realiza actualmente, implica que un 30% de la producción no se puede vender, ya que hay que reservarla para conseguir los fragmentos de algas con los que cultivar la siguiente cosecha, lo que no ocurre con las esporas. Para desarrollar este sistema, este emprendedor cuenta con los estudios ya realizados sobre el tema por la Universidad de Cádiz y su asesoramiento, así como con el apoyo de la Incubadora de Alta Tecnología Incubazul, el espacio de emprendimiento e innovación de la Economía Azul en Cádiz.

Algas frescas para los restaurantes todo el año

Algáeca llamará en primer lugar a la puerta de los «hosteleros y propietarios de restaurantes» para ofrecerles sus productos. Al ser cultivadas, les podrá suministrar las algas frescas. Esta decisión de enfocarse en el sector gastronómico se debe a la escasez de recetarios que incluyan algas como ingrediente, lo que proporciona a los profesionales una mayor oportunidad de experimentar y crear nuevas preparaciones culinarias. Con el fin de facilitarles la experiencia de degustar sus productos, Algáeca les brindará la posibilidad de recibir un pack de muestra gratuito.

Para ponerse en contacto con él y ver más detalles de su proyecto se puede entrar en su página web (enlace aquí).

Guía de uso y disfrute de las algas comestibles de la Bahía de Cádiz

Pinche aquí para saber más.
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