Un centenar de chuletones de este escaso animal estará disponible después de Semana Santa. Es la tercera edición que realiza la firma vejeriega. En las anteriores, la carne se agotó en poco más de media hora.
Cárnicas El Alcázar, empresa especializada en la venta y distribución de carne de retinto, vacuna, cerdo ibérico, y carne de caza mayor, presenta en estos días su tercera edición limitada de chuletones de buey, para que sus clientes más interesados «puedan disfrutar de este delicioso manjar, habitualmente casi imposible de conseguir», explican.
Esta es la tercera vez que la firma vejeriega ofrece la posibilidad de poder hacerse con esta carne «casi en extinción». En las dos anteriores ediciones, los 66 chuletones se vendieron a través de la tienda online en solo 36 minutos. En esta ocasión se ofrecerá una cantidad similar a la primera edición, cerca de 100 chuletones. En concreto, proceden de tres bueyes que ya se sacrificaron a principios del mes de marzo y que han sido criados en las dehesas gaditanas.
Actualmente se está procediendo, por todos aquellos interesados, a la reserva de esos chuletones, ya que se necesita de un proceso de maduración en cámara de unos 45 días, para que pueda conseguir «el mejor de los sabores y la mejor de las texturas». El enlace para unirse a la lista de espera es este.
Este tipo de animal está, explica la empresa, «casi en extinción. El buey es un macho bovino que se castra con menos de un año de vida para bajarle la testosterona. El número de cabezas se ha visto ostensiblemente reducida hasta casi su extinción desde la Revolución industrial iniciada en el siglo XVIII. De ahí su exclusividad y encarecimiento. La carne de buey se la conoce como el Santo Grial de la carne. Muchos dicen que lo tienen pero son pocos los elegidos. O dicho de otra forma, todos lo quieren probar pero pocos lo consiguen hacer».
Con esta nueva edición limitada, Cárnicas El Alcázar «quiere proporcionar a los amantes de la buena carne la experiencia de probar ese manjar exquisito que es la carne de buey, y más concretamente su parte más jugosa, el chuletón».
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