El establecimiento, con una decoración muy cuidada a cargo del interiorista Alvaro Linares, ofrece una oferta inédita en el recinto con cocina innovadora y la posibilidad, además de tapear, de comer a base de platos

 

Lucero hace referencia al origen de Sanlúcar de Barrameda, en concreto al templo de Luciferi o del Lucero que se cree que fue el origen de la ciudad. En el techo del nuevo establecimiento, que abrió sus puertas el pasado 15 de junio, hay unas pinturas que hacen referencia a la fundación de la ciudad y que recuerdan también al techo de la capilla Sixtina…al fin y al cabo, y esto ya es cosecha mía, la plaza del Cabildo es también la capilla Sixtina de la tapa en Sanlúcar.

El sitio llama la atención y es bastante diferente al estilo clásico, tanto estético como gastronómico, del resto de establecimientos situados en este espacio. Está junto a la antigua heladería de La Ibense y que ahora se llama La Cremería.

Las pinturas del techo de Lucero. Foto: Cosasdecome

Unas sillas de enea, en dos colores y unas mesas con tapa que simula el mármol protagonizan la terraza que cuenta también con sombrillas para suavizar la calor. Nada más entrar una barra de gran altura con la parte superior decorada con varias filas de botellas. Hay también abundantes motivos vegetales y taburetes para sentarse. Ya a los lados unas mesas con bancos cubiertos de cuero. Al fondo el comedor, con unas mesas también con bancos corridos pero esta vez decorados en blanco y negro. Llaman la atención unas grandes lámparas colgadas del techo. El cuarto de baño también conserva el mismo estilo elegante del establecimiento. La obra es del interiorista, Alvaro Linares, uno de los profesionales más valorados en la provincia en este campo.

La llamativa barra de Lucero. Foto. Cosasdecome

El proyecto tiene el respaldo de personas con peso y experiencia en la hostelería de Sanlúcar. Así está regentado por Agustín Bernal, muy conocido en la ciudad por regentar el Botero, un conocido local de copas de Bajo de Guía, y los hermanos Rafael y Arturo Avila, formados ambos en la Escuela del Alabardero de Sevilla y que ya se dieron a conocer cuando estuvieron haciendo sus primeros pinitos en la taberna Cabildo, uno de los locales estrella de la plaza y que regenta su padre Rafael Avila.

Agustín Bernal señala que «hemos intentado hacer algo diferente. Venimos a aportar algo nuevo a la zona, no a competir con lo que ya hay y que es muy bueno. Nosotros queremos ofrecer la posibilidad de comer de una forma más relajada en este espacio y con una propuesta más innovadora, aunque también hay una zona de barra con algo de tapeo».

Las mesas situadas junto a la barra. Foto: Cosasdecome

Para llevar el proyecto adelante también se han rodeado de un equipo de cocina liderado por otro cocinero muy conocido en Sanlúcar y que domina el mundo de la cocina innovadora, Carlos Javier Guerrero, un profesional formado en la escuela de hostelería de La Consula de Málaga que ha viajado y que conoce bien la cocina oriental o la del Levante español, donde aprendió a hacer arroces, una disciplina que domina a la perfección. En Cádiz ha destacado por sus trabajos en El Espejo, en Entrebotas y también en su estancia en el chiringuito Saam de Chipiona.

Perfeccionista, detallista en la presentación de los platos y en la búsqueda de la materia prima, resalta que, para hacer la ensaladilla de la casa, hicimos hasta «16 pruebas hasta que encontramos lo que queríamos, una de ventresca de atún en escabeche, que escabechamos nosotros mismos en el restaurante y un toque de piparras.

El establecimiento tiene 3 zonas diferenciadas. Por una parte está la terraza, luego hay una barra con taburetes y ya luego el comedor. En la barra si tienen una pequeña carta de tapas con una quincena de propuestas y ya luego para la terraza y la zona de comedor, donde admiten reservas, si tienen una carta más amplia, con unas cuarenta propuestas, más postres y donde todo se sirve por platos, aunque estos están preparados para que se puedan compartir.

La zona del comedor. Foto: Cosasdecome

En la zona de barra algo de chacinas, la ensaladilla, croquetas cremosas y alguna originalidad como unas papas bravas personalizadas con una salsa de chocos guisaos o una fritura de gambas «chiuatas», el marisco que es capturado cuando el animal está mudando su piel y su cáscara esta tierna lo que permite que se coma. En estos casos se suelen hacer fritos.

Agustín Bernal define el establecimiento como «informalmente elegante». De hecho no hay manteles en las mesas, pero si unos salvamanteles redondos que dan elegancia a la estancia. Hay clásicos pero con toques innovadores como unas croquetas, muy trabajadas, de atún encebollao o un paté, también de atún encebollao que se sirve con una crema de frutos secos.

Una de las mesas del comedor. Foto: Cosasdecome

Los platos para picar son originales. Hay un tartar de alistados y salmón o un salteado de huevos de choco con cebolla encurtida y yema curada. También llama la atención una tortilla abierta con bacalao y cebolletas frescas o unos huevos fritos con gambones y papas fritas de La Algaida. Bernal señala que apostamos «por el producto local, el pescado y el marisco de la zona, las verduras de las huertas cercanas. Tratamos de que la gran mayoría de los productos sean frescos y de cercanía».

La tortilla abierta de bacalao, uno de los platos de Lucero. Foto: Cedida por el establecimiento

Aunque no faltan los langostinos de Sanlúcar en la carta, que se venden  al peso o los daditos de corvina al limón, hay robalo de estero con jugo de crustáceros y azafrán o un bacalao en tempura con tomate frito y huevo.

Hay también algo de guisoteo, con un menudo hecho en clásico o unas albóndigas de ternera con boletus y parmentier de patatas. Suelen tener también disponible algún arroz, aunque suelen ir cambiando a diario de tropezones.

Carlos Javier Guerrero señala que «estamos todavía en los comienzos. Es una primera carta que hemos hecho de prueba y que iremos perfeccionando con las opiniones que recogamos de nuestros clientes». En cuanto a los vinos amplia presencia de etiquetas locales que se pueden tomar por copas y también por botellas.

Los postres también son de elaboración propia. Cuidan todos los detalles. Así el pan viene del horno Artesa de Arcos y los picos de todo un clásico de Sanlúcar, los Picos San Rafael.

La carta al completo, tanto de platos como de vinos se puede consultar, aquí.

Horarios, localización, teléfono y más datos de Lucero, aquí.

…Y además

Y aquí, un video con sitios donde desayunar en Sanlúcar de Barrameda:

 

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