En el impresionante tajo de Grazalema, el también propietario de La Maroma, José María Barea, estrena establecimiento apostando por los productos de proximidad tanto en el menú de comidas como en la carta de vinos.

 

“¿Para qué vender un producto de fuera si en nuestra provincia lo tenemos todo? Queremos que venir a La Merina se convierta en sinónimo de comerse y beberse Cádiz” Así de contundente se muestra José María Barea cuando explica la filosofía que impregna su nuevo establecimiento en Grazalema. La Merina realiza una fuerte apuesta por el producto de proximidad y calidad procedente de distintos puntos de Cádiz, tanto en el menú de comidas como en la carta de vinos. «Es una puesta en valor de lo nuestro», sentencia.

Y lo hace desde un espacio privilegiado, junto a la piscina municipal de la localidad y en pleno tajo de Grazalema. «El enclave en el que nos encontramos es impresionante. Y las vistas más aún. Me quedé enamorado de este sitio cuando de chaval empecé en la hostelería y siempre deseé montar algo aquí», afirma Barea, también propietario del gastrobar grazalemeño La Maroma. Un sueño de juventud que el pasado 13 de julio el empresario de Grazalema convertía en realidad dando vida a un espacio diáfano y luminoso, con grandes ventanales y capacidad para unas ciento veinte personas. «Han sido los decoradores David y Lola Villalba los que han sabido plasmar a la perfección todo lo que había proyectado en mi cabeza. Estoy encantado con el resultado»

A la hora de bautizar este nuevo proyecto, Barea realiza un nuevo guiño a lo autóctono al decantarse por ‘La Merina’ ya que, según explica el empresario, «porque pocas cosas hay más grazalemeñas que las ovejas de este nombre». En esta misma línea de defensa de lo propio, La Merina presenta una carta en la que gozan de gran protagonismo las carnes de la zona a la brasa: cordero, cerdo ibérico y, especialmente, vaca retinta. También hay hueco para guisos tradicionales y alguna que otra creación original con productos de cercanía como la ensaladilla de mejillones en escabeche de Herpac, el risotto de queso de cabra Payoya, el lingote de croapan de la panadería La Cremita de Chiclana o la lasaña Wonton de retinto.

Por su parte, la carta de vinos cuenta con una quincena de referencias de tintos y blancos gaditanos. También hay hueco para casi una decena de referencias procedente de la vecina localidad malagueña de Ronda, que se encuentra a pocos kilómetros de Grazalema.

El equipo de la Merina, presidido por su propietario José María Barea y el chef Gregorio Sánchez. Foto cedida

El equipo de la Merina, presidido por su propietario José María Barea y el chef Gregorio Sánchez. Foto cedida

Acompaña a Barea en esta nueva aventura empresarial el chef Gregorio Sánchez, con quien coincidió durante casi dos décadas en el hotel Fuerte de Grazalema. «Se trata de un auténtico profesional, que realmente ama y conoce la cocina de zona y los productos de la provincia. Nadie mejor que él para La Merina».

Aquí más información sobre la apertura de La Merina en Grazalema.

Horarios, localización, teléfono y más datos de La Merina, aquí.

Y más sobre La Maroma aquí.

…Y además

Aquí la guía gastronómica de Grazalema con sitios para desayunar, tapear, comer o hacer compras.

Y aquí un vídeo con sitios donde comer en Grazalema:

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