Ha nombrado socia de honor a la Bodega González Byass. La Asociación entregará los premios en una Cena el próximo día martes 7 de noviembre en la Sala Bereber.

 

La asociación Hostelería jerezana ya ha decidido quiénes serán los galardonados en sus terceros premios, que reconocen la labor y trayectoria profesional de profesionales del sector:

  • Juan Caro Muñoz, de Restaurante Casa Juan (más datos aquí). Juan Caro (75 años) «comenzó en este gremio en la calle Caballeros, en el Tabanco Juan que regentaba su padre con apenas 14 años. Posteriormente, al cumplir la mayoría de edad, se trasladó a la calle Pescadería Vieja, donde su tío Manolo llevaba Los faroles en el local donde mucho después estaría El Bichero y, ahora, Mulai. Con 21 años decidió montar su primer negocio propio, El Farol, frente al aparcamiento de la Alameda Vieja, y allí estuvo muchos años, hasta que a mediados de los años ochenta abrió en la emblemática barriada del Parque Atlántico El Mirador, el bar que sigue abierto, que ahora dirige su hijo y que es famoso por sus caracoles. Los caracoles y las cabrillas han sido siempre una especialidad para Juan Caro y su equipo. Lo siguieron siendo cuando hace casi un cuarto de siglo decidió abandonar Jerez y marcharse a El Puerto, donde primero puso en marcha El Rincón del Buchito, una venta en la carretera de Sanlúcar. Su verdadero éxito en tierras portuenses sería, siete años después, el Mesón Juanito, en la calle Valdés, una referencia gastronómica junto a la plaza de toros.Es en verano de 2020 cuando decide volver a Jerez, a la plaza del Arenal y llega a lo grande con el Restaurante Casa Juan, cocina tradicional, casera, con productos de calidad, platos que le han dado fama desde hace años como las fabes con cola de toro, garbanzos con langostinos, habichuelas con almejas, arroz con mollejas y espárragos, bacalao con tomate o al estilo de la casa, sopa de tomate…
  • Arturo Ojeda López-Cepero, del Bar Arturo (más datos aquí). Con 76 años de edad, lleva «toda la vida dedicada a la hostelería. Hablar de Arturo Ojeda es hablar de ‘pescaíto frito’, en Bar Arturo, de toda la vida, en el barrio de Picadueña Baja, quien no ha pasado por su casa… Empezó a trabajar con apenas 15 años, después de que su padre le montara un tabanco para que tuviera algo a lo que agarrarse. Lo bautizó como Grana y Oro y ahí estuvo cerca de 14 años. Arturo aprendió el arte de la fritura de la mano de Manuel Pérez Ramírez, fundador del primigenio Bar Bodosky en La Rosaleda. Lleva 14 años jubilado, pero es raro el día que no pasa por el Bar a dar una vueltecita o tomarse un vino con algunos de sus fieles clientes y amigos. Actualmente regentan este establecimiento sus dos hijas, Manuela y Noelia, que “se han criado entre las freidoras”, su mano se tiene que seguir notando: la del rey del pescaíto frito. La del rey Arturo. Comer en el Bar Arturo es comer en uno de esos lugares que, aunque se encuentren fuera del centro de la ciudad, es necesario visitar para conocer la gastronomía de esta tierra jerezana», explica la asociación.

Y a título póstumo a:

  • Francisco Benítez Morales (1960- 2014), de Restaurante Don Pepe (más datos aquí). «Amigo de sus amigos, así era Paco del Don Pepe, muy querido, bondadoso, implicado con Jerez, con el deporte, ayudando a infinidad de entidades, club y patrocinando un sinfín de actividades. Era en la sala donde le gustaba estar, su premisa: Atención, Precio y Calidad, y a día de hoy se sigue respetando. Comenzó en esto de la hostelería junto a su hermano Pepe en el Mesón La Cueva, desgraciadamente, tras una enfermedad, se marchó hace unos años. Y le debíamos este merecido homenaje, a él, a su familia y a su negocio. El establecimiento se inauguró en 1988 y, actualmente está regentado por su hermano José Benítez Morales, famoso por su buen jamón ibérico y caña de lomo de bellota, se trata de un amplio establecimiento situado en las afueras de Jerez, es de los restaurantes referentes de la ciudad que los buenos amantes de la cocina tradicional no dudan en elegir a la hora de una buena reunión o celebración ya que nunca falla».
  • Salvador Rodríguez Barroso (1951 – 2023), de Venta La Carreta. Salvador de Venta La Carreta, «de la saga de Los Papanata, rociero y de Las Viñas, ahí es ná. Comenzó su andadura en la hostelería en el Bar La Papanata en la barriada El Pelirón, que regentaba su padre y donde nació junto con 7 hermanos más. Desde 1973, ya en la carretera La Ina, es cuando toma la iniciativa de montar su propio negocio junto con uno de sus hermanos. Sin luz, y sin agua, instalaron una estructura de chapa y hierro de una caseta que tenían montada en la playa de Valdelagrana y que posteriormente fueron adaptando y ampliando las instalaciones poco a poco. ¿Quien no ha estado en una celebración en la Venta La Carreta?, cuando prácticamente no existían salones de celebraciones ni de banquetes, ellos tenían reservados todos los fines de semana y algunos con varias celebraciones juntas. En Venta La Carreta, se han formado muchos de los profesionales que hoy en día trabajan en la hostelería, en Jerez y fuera de nuestras fronteras, de los de antes y, entre ellos, muchos Papanatas, primos, sobrinos y familiares que se han formado en la mejor escuela que existía y que a día de hoy siguen al pie del cañón con negocios de hostelería como: Los Hermanos Carrasco, Secuencia Nueve, Bar El Capote, Cervecería El Retiro, Venta El Pavo Real en el Puerto de Santa María, y muchos más que gestionan Ferias, eventos, mercadillos, etc…»

«La hostelería jerezana lleva mucho tiempo a la vanguardia de la gastronomía. En estos momentos vivimos un momento álgido, pero no olvidamos que algún tiempo atrás, siendo las condiciones de trabajo mucho más desfavorables, un nutrido grupo de personas nos dejaron un camino hecho que es parte hoy día de nuestro éxito gastronómico en la ciudad. Nuestra Asociación quiere reconocer la labor de cuatro de tantos buenos profesionales que hemos tenido», explica.

González Byass, socio de honor

La asociación distingue con el reconocimiento de Socio de honor a alguna persona, empresa o entidad que sea merecedora de este reconocimiento por su vinculación con la hostelería y con la ciudad. Actualmente poseen este reconocimiento de  Juanlu Fernández de Lú, cocina y alma e Israel Ramos de Mantúa, ambos reconocidos a nivel internacional con estrellas Michelín.

«Este año queremos entregárselo por su vinculación, compromiso y total disponibilidad siempre con Jerez, sus hosteleros, sus fiestas y siendo el mejor embajador de la ciudad en el mundo entero a Bodegas González Byass (más información aquí) y en su nombre a Mauricio González-Gordons y Díez, bodeguero jerezano, propietario y presidente del Consejo de Administración de la misma, además de presidente igualmente de la Asamblea del Comité Europeo de Empresas del Vino (CEEV) y vicepresidente de la Federación Española del Vino (FEV).

El próximo 7 de noviembre se celebrará una cena homenaje en honor de estos profesionales. En este tercer año consecutivo que, Hostelería de Jerez lleva celebrando esta iniciativa:

…Y además

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Quiero probar los distintos sabores de un jamón