El Mesón Iptuci es uno de los locales más originales de la Sierra de Cádiz. La cocinera Carmen Gómez es capaz de ofrecer unas jugosas chuletitas de chivo de crianza propia empanadas, junto a unos atractivos platos vegetarianos como una fritada de verduras del tiempo o unas alcachofas confitadas

 

El sitio es pequeño. Tiene aires de mesón de toda la vida. Paredes blancas, cubiertas con muchos elementos, techo de madera y del mismo color las mesas y las sillas. Algunos barriles de vino sirven de mesas altas situadas junto a la barra y otro está decorado con una especie de ramo de verduras e hierbas aromáticas. Al fondo, brillante, la cocina, que destaca, desde el comedor por su limpieza.

Interior del Mesón Iptuci de Prado del Rey. Foto: Cosasdecome

Carmen Gómez Gilabert tiene 57 años. Ella se ocupa del restaurante, mientras que Antonio Martínez, 62 y su esposo, está en el campo ocupándose de «la materia prima» del establecimiento. El 3 de abril de 1982 pusieron en marcha el «Iptuci». Primero fue un local de música y copas pero al final terminaron transformándolo en un restaurante.

Carmen sabe de que va esto de la hostelería. Es hija de Antonio Gómez, el del bar Gómez y Consuelo Gilabert. Los dos regentaban ese local que se hizo famoso en la zona por sus pajaritos, los zorzales y unos filetitos que preparaban  a la plancha, previamente aliñados. Su hermano regenta otro de los locales de prestigio de la ciudad, el restaurante Caicos.

Sin embargo Carmen y su esposo, Antonio, optaron por un modelo singular de negocio en el que apostaron por los productos naturales de la zona. «Cuando podemos utilizamos las verduras de nuestro propio huerto y si no de agricultores de la zona, preferiblemente de cultivo ecológico, pero además las carnes que utilizamos, sobre todo el chivo y el cordero y a veces también el cerdo ibérico, son de crianza propia».

Carmen señala que «es muy diferente trabajar así. Primero nos aseguramos la calidad del producto. Sabemos lo que tenemos y luego también la diferencia de costes es muy grande ya que la carne nos sale mucho más barata».

La carta del establecimiento no es muy amplia pero resulta curioso que alterne una atractiva sección para carnívoros con otra parte dedicada a vegetarianos y una tercera a veganos. Carmen señala que tienen muchos clientes de estos dos últimos apartados que vienen buscando los platos que prepara.

Un vistoso bodegón preside el interior del salón. Foto: Cosasdecome

Una de las estrellas de la casa es un refrito de verduras. Carmen señala que «lo fundamental es que sean del día. Variamos la composición a diario en función de lo que venga del campo». Lo único que hace es partir las verduras en tiras, enharinarlas ligeramente y freirlas en aceite de girasol. También preparación sencilla para las alcachofas que van enteras y confitadas o para los espárragos, ahora en temporada y que traen de Arcos y que hacen a la plancha. La carta para vegetarianos y para veganos, cada uno tiene un apartado, alcanza la docena de propuestas a lo que hay que unir las sugerencias del día.

La fritura de verduras del Mesón Iptuci. Foto: Cosasdecome

Pero los carnívoros también tienen sitio en el establecimiento y pueden disfrutar desde un revuelto de papas con chorizo hasta una selección de carnes ibéricas, en muchas ocasiones de crianza propia, además de entrecot de cordero o filete de pollo. Todo lo hacen a la brasa.

Los precios están cuidados. Sólo un plato, la pata de cabrito al romero, que se vende al peso, supera los 2o euros. Casi todo el resto está por debajo de los 10 euros. De lunes a viernes al mediodía tienen menú del día con dos platos y postre por ocho euros «y con comida casera, que hacemos nosotros». El sitio tiene su punto su caldo del puchero en carta (1,50) o las croquetas hechas con la carne del mismo y que conviven con las de verduras para los vegetarianos.

La cocinera Carmen Gómez Gilabert. Foto: Cosasdecome

Hay también sugerencias diarias donde se puede encontrar desde carne de buey que traen en ocasiones hasta unas tagarninas esparragás o una berza si es temporada.

De todos modos la gran estrella de la casa son los chivos y los corderos, ambos de crianza propia. Hay pinchitos de cordero o incluso mollejas de chivo empanadas si hay disponibilidad. Lo habitual es que haya chuletitas de chivo empanadas y también patas de cordero que hacen al horno y aromatizadas con romero. Carmen es partidaria de hacer las costillas de chivo empanadas «porque quedan más jugosas». El cordero viene acompañado de su fritá de papas, nada de pamplinismos.

Las chuletitas de chivo empanado, uno de los platos estrella del mesón Iptuci. Foto: Cosasdecome

Los postres también tienen su toque singular, como el calostro, la primera leche de la madre después de parir. La aromatizan con canela y limón «y tiene un sabor parecido al arroz con leche y una textura que recuerda a las natillas» afirma Carmen.

Horarios, localización, teléfono y más datos del Mesón Iptuci, aquí.

Aquí la guía gastronómica de Prado del Rey

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