La nueva tapa, llamada Chori-Croissant, combina chorizo criollo con pico de gallo y está siendo todo un éxito.

 

Es chorizo criollo con pico de gallo, esa especie de piriñaca compuesta por pimiento verde y rojo y cebolla roja, más una vinagreta de mostaza. Pero lo más llamativo es cómo se presenta: dentro de un croissant.

Alberto Taja es el propietario del restaurante Cepas en el Paseo Marítimo de Getares. Hace un par de meses decidió dar una vuelta a una receta de su tierra natal, el choripan, el famoso bocadillo de chorizo, y así nació el chori-croissant. El éxito fue inmediato: «Lo probaron y fue una locura, no damos a basto».

Destaca el toque de mantequilla que aporta el croisant y el la acidez y dulzor de la vinagreta, que al chorizo hecho a la brasa «le queda perfecto», como las clave de la nueva elaboración.

Esta tapa no está en carta: es una de las sugerencias y, aunque seguirá entre los fijos del restaurante, no figurará en carta. El motivo es que se elabora con croissants frescos, del día, y que una vez que se acaban ya no hay más chori-croissant disponibles hasta el día siguiente. Han llegado a servir una treintena en un día, y no menos de 12 a 14 diarios. «Serán unos trescientos al mes, hay veces que se vende más que la ensaladilla», explica Taja. Las recomendaciones de los clientes habituales han contribuido a popularizar esta nueva receta.

El chori-croissant tiene un precio de 6,80 euros.

 

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