Las novedades se dieron a conocer en «Vinos para comérselos», una convocatoria en la que también se cataron vinos y se cocinó con ellos.

 

Bodegas Gallardo de Vejer presentó sus últimas novedades el pasado miércoles a lo largo de un evento para hosteleros llamado «Vinos para comérselos», donde no sólo se cataron los vinos, sino que se demostró cómo cocinar con ellos.

La primera novedad de la sesión dirigida por Tere Montes, presidenta de la bodega, y Jesús Parrado, sumiller del restaurante La Castillería, fue la presentación del renovado vino Marisquero.

Se trata de un vino clásico de la casa, un blanco seco de crianza biológica mezcla de uva Palomino con Pedro Ximénez, con crianza de seis meses en bota de roble americano. Se ha cambiado la botella y el etiquetado -ahora es una escena de personas mariscando-, y también se han modificado algunos detalles de su elaboración, explica Tere Montes. El resultado ha «sorprendido» y «encantado» a las alrededor de 70 profesionales hosteleros que acudieron al encuentro. «El marisquero tiene alma de Pedro Ximénez y la verdad de la albariza», asegura la presidenta de la bodega.

Los protagonistas del acto. Fotos cedidas.

La segunda novedad incide en el vino más emblemático de los que se elaboran en el establecimiento de la Barca de Vejer. Se trata de vino Sol Naranja, un vino dulce natural de crianza oxidativa donde se maceran naranjas. Con este vino han elaborado una reducción que se puede utilizar como ingrediente para diferentes platos, especialmente postres, y su textura es similar a la del vinagre de Módena. Aunque inicialmente está pensado para su uso en la hostelería, los particulares también pueden adquirirlo en la bodega. A este nuevo producto se une el queso con Sol Naranja que ya se hizo con un bronce en la última edición del prestigioso concurso quesero World Cheese Awards.

Maridaje para cocinar y para beber

Durante el encuentro, los cocineros Paco Doncel de El Muro de Vejer, Cristina de la Venta Pinto, Sergio Sibajas del futuro restaurante de Barbate Paco el Barquero y la asociación conileña Los Borriquetes cocinaron con vinos fortificados de la bodega como el 1907, el Dulce pasa o el Oro Viejo. Los platos resultantes se maridaron con vinos tranquilos como el Besilo, Cabo de Trafalgar, Faro de Trafalgar o Portum. Además, pudieron probar también los vinos que se habían utilizado como ingredientes y llevarse muestras.

Oliva Quirós y Tere Montes con Ivan Llanza, presidente de la Academia de Gastronomía Andaluza. Fotos cedidas.

Desde que Bodegas Gallardo cambió de manos en 2020 (todos los datos aquí), estos encuentros se vienen repitiendo; primero tímidamente debido a las restricciones de la pandemia, y luego de forma normalizada. Hosteros de Zahara, Barbate, Vejer o Conil se citan en una jornada de convivencia justo antes de que empiece la temporada en el litoral jandeño. La convocatoria, explica Montes, crece cada año, y forma parte de uno de los objetivos que se han marcado desde el establecimiento: que las instalaciones de la Barca de Vejer se conviertan en un punto de encuentro. De ahí la convocatoria de un mercado navideño (lo puedes ver aquí) o la idea de acoger actuaciones de flamenco el próximo verano.

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