Laura García y Arturo Perea abren restaurante en el centro de Tarifa tras trabajar durante los últimos años en los restaurantes de Martín Berasategui.

 

Se llama Atxa y es un restaurante ubicado en una finca del siglo XIX que acaba de abrir una pareja de cocineros, Laura García y Arturo Perea, procedente de las cocinas de Martín Berasategui.

Él es tarifeño -formado en la Escuela de Hostelería de San Roque- y ella extremeña y formada en Sevilla. Tras pasar los últimos años a las órdenes del famoso cocinero vasco en diferentes puntos, decidieron emprender juntos en Tarifa. Para ello, escogieron una ubicación céntrica, muy cercana a la calle Sancho IV el Bravo: una casa señorial de 1868, con arcos y piedra de Tarifa, que han arreglado respetando la estructura. Allí han dispuesto doce mesas. El máximo es de una treinta de comensales «para dar el servicio como lo queremos dar», explica Arturo.

Laura García y Arturo Perea. Imágenes cedidas.

La carta no es muy larga y se centra en el producto, que es de cercanía en todo lo que se puede. Hay entrantes para compartir (Jamón ibérico, tostas y tomate; Carpaccio de Gamba blanca; Ceviche de pescado de roca; Steak tartare de vaca retinta; Ensalada de tomate, queso de cabra, pesto de aromáticas y mojama de atún; Ensalada de verano con cogollos a la brasa, presa ibérica y tomate cherry
confitado, y Verduras de temporada a la brasa, foie y toffee de maíz), y platos principales para tomar individualmente o también para compartir (Lubina de estero a la brasa, algas, hinojo y emulsión de sus espinas; Choco en su tinta; Rejo de pulpo, humus y cítricos; Atún a la brasa con salsa marmitako; Carrillá ibérica, coliflor y pimentón; Txuleta de vaca con pimientos confitados y puré papa rota; Jarrete de cordero glaseado, y Codorniz en guisote asiático), a lo que hay que sumar los postres, entre los que no falta el Tranvía tarifeño con helado té negro. La carta irá modificándose un par de veces al año y, además, se complementa con las sugerencias del día.

Explica el cocinero que se trata de cocina elaborada, pero sin pasarse con las técnicas para que «se entienda» el producto. En muchas de las elaboraciones utilizan las brasas con carbón vegetal también de la zona, como en unos mejillones que presentaron fuera de carta y que se han convertido en un plato muy demandado. La idea, indica, es que la gente coma en Atxa con tranquilidad, relajada, y se vaya satisfecha.

Asegura que el primer mes ha sido bueno, y que han sido muchos los tarifeños los que han ido a probar… y ya ha habido quien ha repetido. Aunque algunos llegan pensando que tendrán que tomar un menú degustación o que los precios serán elevados, en Atxa se come a la carta y el ticket medio está entre los 35 y los 40 euros por persona, explica Arturo. Desde el establecimiento se recomienda reservar.

Dirección, teléfono y más información sobre este establecimiento aquí. 

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