Muchada Léclapart pone en marcha una iniciativa que reserva cupos para los socios, les permite participar en diversas actividades y, sobre todo, compartir la «atmósfera» que se respira en la bodega. En pocas semanas, el club ha sumado 60 socios.

 

La bodega Muchada Leclapart llevaba tiempo queriendo hacer un club que les permitiera establecer una comunidad en torno a sus vinos biodinámicos, nacidos en Sanlúcar mediante la fermentación espontánea y con un proceso lo más natural posible. Finalmente, la iniciativa se ha materializado durante el confinamiento, con buena acogida: en pocas semanas, el club ha alcanzado los 60 socios, explica Alejandro Muchada.

La idea, indica, era hacer algo muy cuidado que acercara a la gente al proyecto y a su filosofía. Así lo explican en la carta que envían a los miembros del club: «nuestro interés es poder compartir más íntimamente lo que hacemos, pero no solo el vino, sino el trabajo en la viña y la atmósfera que respiramos en Sanlúcar». Y al «mismo tiempo escuchar lo que deseas de tu experiencia con nuestro vino y en este club». Así, pertenecer al club representa una «lealtad mutua, de producir y disfrutar de un vino producido artesanal y delicadamente», pero también cuenta con ventajas tangibles, como que la bodega reservará cupos de cada añada para estos socios. La idea es ofrecerles los vinos dos veces al año, en primavera y en Navidad.

El carnet del club, que dura cinco años, también permite acceder a actividades que se vayan programando, recibir comunicaciones de la bodega y un 20% de descuento en las visitas privadas a las instalaciones sanluqueñas. Entre estas actividades las habrá, explica Muchada, gratuitas y de pago.

El kit del Lumière Club

Ya hay unas sesenta personas que han recibido el primer paquete del club. Para la inscripción, pueden elegir entre el pack con una botella de vino (48 euros) o seis (260). El vino es el Lumière 2017, el que ellos mismos califican como el «buque insignia» de la bodega. Procede de viñas viejas de selección masal (un método de propagación de la vid a partir de la selección de las mejores, sin usar clones) de Palomino de La Platera, situada en el pago Miraflores. La vinificación se produce en barrica bordelesa de roble francés, con fermentación espontánea, «sin ningún tipo de rectificación», y sin «filtrar ni aclarar, ni estabilización en frío». «Ha sido nuestro vino mejor valorado por Luis Gutiérrez (Robert Parker) con 94 puntos, algo excepcional si pensamos que es nuestra primera añada», explican.

Junto al vino vienen las instrucciones para conservarlo, además de una camiseta de algodón ecológico y fabricada en España, una bolsa de yute para botellas, chapas, información sobre las bodegas y las visitas y el carnet de socio.

Para inscribirse en el club, pincha aquí.

Muchada-Léclapart es una bodega fundada por Alejandro Muchada y David Léclapart. Cultivan tres hectáreas de viñedo en biodinámica, es decir, considerando la finca como un organismo en el que las plantas, los animales y los seres humanos están conjuntamente integrados. Todos sus vinos proceden de las parcelas trabajadas por ellos mismos, e incorporan tanto la experiencia y conocimientos como viticultor en Champagne de Léclapart, como la «sabiduría de nuestros mayores, los viticultores sanluqueños que nos ayudan a entender el lugar, el suelo, el clima y la vid». Más información sobre la bodega, aquí.

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