Rosa Téllez y Dessiré Gómez abren un establecimiento que lleva a la localidad serrana los desayunos con aguacates, queso fresco o pechuga de pollo, además de un café ecológico muy cuidado.

 

Kibou significa esperanza en japonés: la que Rosa Téllez y Desirée Gómez tienen en el negocio que acaban de abrir en el centro de Arcos, y que apuesta por desayunos actuales para diferenciarse de la oferta ya existente.

No es su primera vez en la hostelería. Rosa, de Arcos, y Desirée , de Jerez, vienen de trabajar en Mallorca por cuenta propia, y ahora se han lanzado a abrir su propio negocio en la calle Debajo del Corral. Se trata de un pequeño establecimiento con terraza, que inicia su actividad a las ocho de la mañana para servir desayunos y cierra doce horas más tarde, tras la merienda.

El desayuno es lo más cuidado. Para empezar, ofrecen un café ecológico, templo, y emplean técnicas de barista para servirlo con un toque de latte art, que es el nombre que reciben los dibujos que se realizan en el café. El pan procede de varias panaderías, porque sirven varios tipos, desde los tradicionales al sarraceno, al multicereal o el de chía. Para untar se puede optar por las opciones untables tradicionales o el jamón, o buscar una opción más innovadora.

Uno de los desayunos protagonizados por los aguacates. Imagen cedida.

Precisamente este es uno de los puntos fuertes del establecimiento, con el que buscan destacar entre los establecimientos arcenses, que se centran en el desayuno tradicional. Aquí hay la posibilidad añadir a la tostada ingredientes como el aguacate, el queso fresco o la pechuga de pavo. Poco a poco, además, quieren ir introduciendo los brunchs, desayunos tardíos y abundantes.

Para el almuerzo se centran en tapas sencillas, aunque la carta, explica Rosa, aún está en plena evolución. Así, entre las propuestas que han ido ofreciendo hasta ahora están las croquetas caseras, las bombas picantes, las tablas de quesos de la Sierra o los crujientes de pollo, entre otros. También ofrecen tostas, como la de salmorejo con jamón, o la de sobrasada con queso de cabra y miel.

El tapeo. Imagen cedida.

Para la merienda, la propuesta pasa por los crepes y los cruasanes de mantequilla rellenos de nutella o de dulce de leche.

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