Esta cervecería, que comenzó a funcionar hace un par de años, se ha convertido en un referente en el tapeo de la localidad jandeña.

 

Tuvieron dos años para explorar a fondo la gastronomía conileña, y acabaron abriendo una cervecería de carta cambiante, que rehúye de la especialización y donde reina la tapa. En apenas un par de años, Entre Cañas se ha convertido en un referente de la gastronomía de la localidad.

Los propietarios de este establecimiento situado en la calle Chiclana son el cordobés Juan Domingo Salamanca Cubero y la estadounidense Debra Mary Territo. Él es de Cabra, pero se mudó a Sevilla en el 78, donde sus padres abrieron el restaurante El Cordobés. Justo enfrente fue a vivir una americana que había estudiado Filología Hispánica y quería perfeccionar su español. Ella acabó trabajando en el restaurante, aprendió la cocina tradicional española de la madre de Juan Diego, y ambos acabaron casándose. Esta fase sevillana terminó en 2019, cuando decidieron vender el restaurante y mudarse a Conil, una zona que conocían porque les gustaba pasar allí sus días libres.

Se tomaron dos años sabáticos, aunque estuvieron atentos por si surgía algún local adecuado para un nuevo negocio. El de la calle Chiclana era más grande de lo que habían pensado inicialmente, pero no esperaron más y abrieron allí Entre Cañas con la idea de que fuera una cervecería… pero finalmente, la comida fue tomando más importancia.

En el establecimiento emplean producto local y fresco y la carta cambia todos los días, porque depende de lo que haya llegado a sus proveedores de pescado (una pescadería situada enfrente) y verdura de confianza.  A diario hay siete u ocho tapas diferentes al día anterior. Además, han evitado especializarse en un solo tipo de producto, y allí se pueden encontrar pescados, pero también chuletas de cordero (para las que también respetan el formato de tapeo), flamenquines cordobeses,  croquetas de jamón, pisto de verduras, parrillada de verdura, solomillo al whisky, gambones al ajillo, buñuelos de bacalao cubierta de tinta de calamar… También una receta que no se ve frecuentemente: las mollejas de cordero hechas a la sartén, limpias y enteritas, con ajo y aceite.

También cuidan la carta de vino y la cerveza y de las chacinas «Trabajamos con 5J», explica Juan Domingo. «Tuvimos dos años para ver lo que hacía falta, y decidimos montar un negocio con todo lo que pensaban que no había en la zona. De momento, el tiempo les ha dado la razón.

Más información sobre este establecimiento aquí.

Y aquí, la Guía Gastronómica de Conil. 

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Quiero probar los distintos sabores de un jamón