Seis meses después del cierre del histórico establecimiento de la avenida Virgen del Carmen, los hijos de Juan Salas recuperan la receta de su pollo frito, originaria de Guatemala y con 50 años de antigüedad. El nuevo local, para llevar y recoger, se ubica en la avenida de la Guardia Civil.
En Algeciras el pollo frito tiene nombre propio: Pollo Caporal. Una receta que acompaña a los algecireños desde hace casi medio siglo y que popularizó el establecimiento homónimo de la avenida Virgen del Carmen, regentado por la familia Salas. El cierre del histórico restaurante hace unos meses hizo peligrar la supervivencia de esta fórmula secreta venerada no solo en Algeciras sino en numerosas localidades de la zona. Para evitarlo, los hermanos Soraya y Juan Salas, segunda generación de la familia Salas, han decidido revivirla con la puesta en marcha de un nuevo establecimiento: el Rey del Pollo Frito, que abría hace dos semanas en el local 3 de la avenida de la Guardia Civil. «Hemos empezado desde cero con nuevo nombre y nuevo negocio. Pero con la misma receta e ilusión de siempre» manifiestan a la vez que revelan que la acogida por parte de sus clientes ha sido «desbordante». «El primer día nos quedamos sin existencias a las diez de la noche».
¿Cuál es el secreto del éxito del Pollo Caporal? Soraya y Juan se miran de manera cómplice. «La receta no la saben ni nuestros hijos. Solo diremos que no lleva huevo, ni leche. Y que el toque maestro lo ponen las especias», desvelan los hermanos con una sonrisa. Según explican los Salas, la fórmula secreta de este pollo frito llegó a Algeciras procedente de Guatemala hace unos 50 años. «Fue allí donde unos amigos la inventaron por casualidad en un barbacoa. Les salió tan rica que decidieron montar una cadena de restaurantes con ella: el Pollo Campero, que aún a día de hoy existe», explican. Uno de los propietarios de esta franquicia se asentó en el campo de Gibraltar por motivos laborales y creó su propio establecimiento siguiendo esta fórmula magistral. «A nuestro abuelo le tocaron siete millones de pesetas en la lotería y compró el restaurante para nuestro padre y sus hermanos. Heredamos la receta y la hicimos nuestra. Y hasta hoy»
Desde sus inicios, el pollo Caporal se autodefinió en carteles y publicidades como «tierno, jugoso y crujiente». «Damos fe de que siempre es así. Para eso tiene un proceso laborioso de preparación, no es cosa de dos minutos», asegura Juan Salas. Así, el pollo se acondiciona e introduce en salmuera, se añade el recubrimiento y finalmente se fríe. «Tiene un sabor muy característico».
A la popularización de este producto desde su creación contribuyeron varios factores, además de su sabor diferente. Lo céntrico de la ubicación del restaurante Pollo Caporal, junto al puerto, así como sus precios asequibles también fueron determinantes en una Algeciras que, según comenta Soraya Salas, «no conocía el fast food, ni la comida para llevar. Y un pollo de los nuestros sigue siendo a día de hoy una opción más saludable que una hamburguesa o pizza». En este sentido, Soraya revela que resultaba muy habitual entre los algecireños encargar pollo caporal para días de playas, reuniones entre amigos o incluso eventos como bautizos o comuniones.
Un testigo que desea recoger el Rey del Pollo Frito, orientado en un principio a la recogida en el local y el servicio a domicilio. «Queremos ir paso a paso. Poco a poco. Nos gustaría montar también un restaurante para consumir in situ pero más adelante», comentan los propietarios que no descartan incluso abrir nuevos locales en municipios colindantes como La Línea de la Concepción donde cuentan con numerosos clientes. Queda Pollo Caporal para rato.
Horarios, localización, teléfono y más datos de El Rey del Pollo Frito, aquí.
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