El establecimiento ha dado un giro a su oferta buscando la diferenciación.
El Rincón de Juan de La Línea de la Concepción nació hace ya veinte años con una oferta en la que mandaban los vinos, los ibéricos, y también los canapés característicos de la localidad. Actualmente cuentan con 130 referencias de vinos y las botellas se pueden comprar para llevar y para probar allí. Ahí están también los ibéricos, pero no los canapés. Sí hay, en cambio, carnes maduradas y comida oriental.
Hace un par de años, Juan José Aguilarte y Luz María García Mañez decidieron variar la oferta gastronómica del establecimiento buscando diferenciarse de lo que sirven en los otros establecimientos de su entorno. En La Línea, sitios que sirvan canapés hay muchos, pero más complicado es encontrar nigiris. «El Rincón de Juan es el único lugar de la zona en el que tomarte un Rioja con una ensaladilla rusa y un california roll casero, es posible», explican en su recién renovada página web (la puedes ver aquí).
Aguilarte explica que eran los clientes los que iban demandando cosas distintas, lo que llevó también a la reducción de guisos y otros platos más tradicionales y a abrazar la comida japonesa y las carnes maduradas, ahora muy de moda entre los carnívoros.
Actualmente, en la carta hay un surtido de tapas con ensaladilla, queso, ibéricos y pata de cerdo, raciones con tartar de atún, ensalada, huevos rotos o patés, entre otros platos, y también burgers y miniburgers. A partir de ahí comienza una oferta de corte oriental que comprende nigiris (en la imagen de arriba, cedida por el establecimiento, se puede ver el de huevo de codorniz y trufa), baos, gyozas y poke, y también un amplio surtido de rolls.
En el apartado de carnes de la carta encontramos sobre todo cerdo ibérico, pero porque las carnes maduradas se presentan entre las sugerencias del día. Son carnes que maduran ellos mismos en su DryAged, un aparato premium de última tecnología. Actualmente están ofreciendo chuletón de retinto con 90 días de maduración y de gold beef (con 90 o con 75 días de maduración) y chuletón de Irlanda premium con 80 días de maduración. A lo que se une, también en materia de carnes, un costillar de black angus cocinado durante 24 horas a baja temperatura.
Además, explica Aguilarte que a raíz de la pandemia pusieron en marcha un servicio de entrega a domicilio que han conservado debido a su buen funcionamiento.
Otro de los detalles curiosos del establecimiento es que tienen una exposición de botellas de whiskeys… y no son unos destilados cualquiera.
Más información sobre este establecimiento aquí.
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