El panadero, ya jubilado, ha dejado a los nuevos propietarios la receta de sus molletes.

 

La panadería de Francisco Gil Coca de Villamartín ha cambiado de manos, pero sigue despachando los mismos molletes que le hicieron famoso. El cambio se produjo el pasado mes de octubre, cuando se jubiló el panadero. El relevo lo han tomado los propietarios de otra panadería famosa en la localidad, la de Isabel Fuentes.

Según explica Juan Villar Fuentes, los gestores de ambas panaderías siempre han tenido muy buena relación. A la jubilación de Gil Coca decidieron hacerse con su negocio y continuar elaborando sus productos más famosos, como los molletes, para mantener a los clientes. Asegura que hay que ir hasta Benaoján, en la provincia de Málaga, para encontrar unos molletes que puedan compararse. Así, ahora el despacho ofrece el pan candeal de la panadería Isabel Fuentes, pero también los molletes y los picos de Gil Coca.

Sí ha cambiado el nombre del despacho -que ahora se denomina panadería Isabel Fuentes- y también el horario: ahora abren de siete de la mañana a tres de la tarde y de lunes a viernes.

Además, explica Juan, la idea es realizar una selección de sus mejores productos, entre ellos los molletes, el pan moreno o los roscos duros de Semana Santa, e iniciar la expansión por las localidades cercanas.

Más información sobre la Panadería Isabel Fuentes aquí. 

Los que reparten el pan

 

 

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