El nombre recuerda a los antiguos barcos utilizados para la navegación de cabotaje. Se trata de un Chardonnay con aromas y sabor frutales.

 

Una faluka era un pequeño barco, utilizado para navegar cerca de la costa o en ríos, muy utilizada tanto en el Mar Rojo y el río Nilo. Desde ahora, también es un vino, el blanco que acaba de lanzar al mercado la bodega jerezana Páez Morilla.

Es un Chardonnay, que reina entre las variedades de uva blancas, según recuerda la bodega. Este tipo de uva es «complejo y aromático, equilibrado»,  y deja una sensación aterciopelada en la boca. Es la cepa preferida para la elaboración de vinos blancos secos más ligeros y frescos hechos sin madera y destinados a ser bebidos jóvenes.

El resultado de utilizar esta uva en Faluka se describe en la nota de cata. A la vista, indica, tiene un color entre el paja muy pálido y amarillo paja más pronunciado, casi dorado y reflejos verdosos. El olor es como de manzana verde con cierto recuerdo a frutas tropicales (mango, piña, banana, melón, ananá), y puede aparecer algo de especias o caramelo. Es largo de boca, sin extremos duros ni una acidez agresiva. «Presenta una gran gama de sabores los cuales están definidos por manzanas, cítricos, melón, peras, miel, cera, caramelo, entre los más reconocidos», concluye el análisis.

Desde Páez Morilla aconsejan beber este vino entre los ocho y los diez grados y maridarlo con pescados blancos, pescados grillados y ahumados, mariscos, carnes blancas, platos vegetarianos, pastas, pollo asado, aves con salsas a la crema y poco condimento, o comida picante.

 

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