El Bar Caleta hizo famoso este plato en la segunda mitad del siglo XX en Cádiz. Se hacía con gambas frescas y se servía humeante en plato de barro. El cocinero Juan López Márquez, quien trabajó en el establecimiento y fue posteriormente jefe de cocina del Ventorrillo El Chato, recuperó para Cosas de Comé la receta, incluso las cazuelas originales en que se servía el guiso. El Bar Caleta cerró en 2005.
Para 1 ración
- 180 gramos de gambas blancas peladas.
- 1 diente de ajo.
- 1 guindilla.
- Sal.
- Aceite de oliva virgen extra.
Cortar muy fino la guindilla y el ajo. Poner el aceite a calentar en un recipiente de barro que se pueda poner al fuego. Cuando esté caliente incorporar el ajo y la guindilla con cuidado de que no se quemen. Incorporar la sal y las gambas y dejar hacer un poco. Servir en la mesa con el plato aún humeante y comer de inmediato.
Es muy importante hacer el plato con gambas de buena calidad. No sale igual si se elabora con gambas congeladas de las que ya vienen peladas.
Un poco de historia
Esta receta pertenece al Bar Caleta que estuvo situado en la plaza de San Juan de Dios de Cádiz. El establecimiento llegó a ser uno de los más afamados de la ciudad en la segunda mitad del siglo XX. Entre sus peculiaridades estaba la barra que simulaba un barco y entre sus platos más famosos estaban estas gambas al ajillo. Puede leer la historia de este establecimiento aquí.
La receta nos ha sido cedida por Juan López Márquez, que fue, antes de jefe de cocina de El Ventorrillo de El Chato, cocinero del Caleta. Allí entró como «aprendiz de pileta» (friegaplatos) a muy temprana edad. En la foto, realizada por Manolo Galvín, aparece el plato de barro original que se utilizaba en el restaurante para esta tapa.