Espectacular surtido de salazones, sobre todo en lo que se refiere a la selección de huevas, a cual de ellas más sublime. El plato lleva unas finas lonchas de mojama de atún y luego unos trozos de hueva de maruca, otros de huevas de mujol (lisa) y por último la cotizada hueva de atún. Las tres últimas tienen ese difícil equilibrio entre la fuerza y la elegancia. Para acompañar unas almendras fritas, por aquello de descansar el paladar y mantener también la tradición de este «maridaje» entre los frutos secos y las salazones. También acompaña a la perfección el pan cateto de la panadería Pepe El Soldao que ponen para acompañar. Lo suyo es pedirse en lo que es el bebercio, una manzanilla de la casa, «Virgen de las Penas» y que descansa en uno de los barriles que hay detrás del mostrador de esta taberna viñera. Un valor añadido, en una de las paredes cuelga un cuadro que representa al famoso cuartetero gaditano «El Peña» vestido de domingo e inmortalizado en una pintura de Salvador Fernández Miró. A mi me pareció que cuando me estaba comiendo las huevas de maruca, pa mi que me guiñó y tó el tio. La tabla sale a 14 euros (precio a noviembre de 2023).
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