El colectivo de tapatólogos Apolo y Baco señala: Fueron tres horas de verdadero placer, donde el tiempo se te hace corto. Una comida divertida, muy agradable, sincera y llena de sabores intensos. No sólo está cuidado lo que está dentro de los platos. La vajilla, cubiertos y copas son diferentes para todos los platos y el servicio en sala vuela alto. La presentación en mesa de los platos son estéticamente extraordinarios, y muy agradables a la vista, pero no hay elementos superfluos, ni nada que enmascare lo fundamental del plato. Dentro de un nivel general muy alto, los comensales destacamos entre las doce elaboraciones que Juan Luis Fernández propone en el menú «Vive la France!», la ensalada líquida de cogollos y caballa semicurada, —receta originalísima— la Royal de erizo y el Matelote de anguila, ambos extraordinarios, y las Láminas de vaca retinta con el queso payoyo. Un plato muy vistoso, elegante y pleno de sabor.

Y los postres, excelentes. Muy original el trampantojo de cereza en la sabrosísima y elegante presentación de la Tarta Clafoutis; muy bien elaborada y conseguida las distintas texturas de cítricos, y excelente el postre de Chocolate, Café y avellanas.
Los tapatólogos realizan una crónica más amplia de su visita en su blog Apolo y Baco. Pinche aquí para verla.

Los tapatólogos acompañan su informe con la foto de arriba.