La anchova en adobo de Casa Perico
Tapa
La anchova en adobo de Casa Perico
Tapatólogo descubridor:
Día de hallazgo
Ciencia
Descripción

Muchas veces hemos hablado de la perfección de la fritura: crujiente por fuera jugosita por dentro. Pues si se quiere probar una versión perfecta de este dicho, la anchoba en adobo de Casa Perico es un ejemplo. Lo difícil para el tapatólogo es no dejarse llevar por la emoción y pedirse tres o cuatro tapas seguidas de anchoba hasta llegar a lo que en el argot de los estudiantes se conoce como “orgasmos tapatológicos” que es cuando una tapa te produce tanta satisfacción que pides más y más de forma desenfrenada. Pedro Hidalgo que es el artista de esta fritura, acierta de pleno cortando las rodajas del pescado finas, evitando así uno de los problemas de la anchoba y es que puede resultar seca. La anchoba (aquí todo lo que tienes que saber sobre ella) es parecida a la caballa, pero de tamaño más grande. Se suele coger por parte de la flota sanluqueña y en algunos bares la ponen en adobo. El tercer punto en el que hay que pararse con esta excepcional tapa es en el punto del adobo, realmente milimétrico: ni se pasa, ni no llega. Ni está avinagrado, como pasa con algunos adobos que parece que estás bebiendo vinagre, ni está “tontito” que es cuando el adobo no sabe a ná y es pescao frito solamente. Pedro señala que utiliza para hacerlo el vinagre “Hacendado” que compra en el Mercadona “porque es el que me da el punto que yo quiero”. Pedro le pone al adobo tres cuartas parte de vinagre y una parte de agua. Luego lo aromatiza con un poquito de orégano. No siempre tienen la tapa, ya que la anchova no la hay todo el año.