Barriada La Corta, en la carretera que va desde el Polígono industrial El Portal hasta enlazar con la autovía Jerez-Los Barrios
Juan Pedro Jiménez y Teresa Márquez fundaron el establecimiento en 1982. Desde entonces no han parado de crecer. Ya se ha unido al proyecto la segunda generación de la familia con Teresa, ayudando a su madre en la cocina y creando nuevos postres y Kike, su compañero, ayudando a Juan Pedro en el comedor. (Más información aquí)
Local con encanto. Sigue conservando la estética y el espíritu de las ventas de carretera con platos tradicionales y de cuchara como estrellas de la carta. Cuentan con tres salones donde se come a base de platos para compartir o para uno solo. También tienen terraza. Lo mejor es dejarse aconsejar con Juan Pedro Jiménez a la hora de elegir la comida. Suelen tener platos de temporada que van variando en función de lo que haya en el campo. Así hay alcauciles por Cuaresma, habas esparragás, un plato casi desaparecido, o galeras de coral, en invierno. Exquisitas sus patatas fritas. Cabe también guardar espacio para los postres, también muy cuidados. Ofrecen celebraciones.
Informaciones sobre este establecimiento anteriores a 2017, aquí.
La lista es larga. Comienza por el rabo de toro, menudo, berza, cocido, calamares rellenos, codillo en salsa, tagarninas esparragás, papas con alcauciles, croquetas, sangre en tomate, boquerones empanados, empuje (refrito de verduras con calabaza, una especia de alboronía), tocino de cielo, buding de higos, almejas a la marinera, gambas fritas, arroz con leche, garbanzos con acelgas, macarrones con tomate, la ensaladilla, la mousse de membrillos, las albóndigas en tomate, las pochas con langostinos. Atención: varían mucho la carta por lo que si se quiere probar algo en concreto mejor llamar antes por teléfono para comprobar si lo tienen.
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