Cuando se juntan cuatro buenos cantantes lo suyo, si están bien afinados, es que salga una buena canción. Aquí hay cuatro buenos cantantes y un magnífico trabajo de afinación así que el resultado final es de sobresaliente, tanto que te quedas con las ganas de pedir un “bis”. Narró la cosa por orden. El fenómeno se sustenta en una rebaná de pan de la panadería El Soldao de Los Badalejos de grosor generoso. Encima de ella un chorreón de aceite de oliva virgen de Córdoba y un poquito de tomate triturado casero, nada de laterio. El conjunto viene troceado en cuatro trozos para que sea fácil de comer y ya por encima, como baritono, unos lonchones de paletilla ibérica de bellota cortados a cuchillo. El descubrimiento ya lo había adelantado el tapatólogo Pedro Espinosa (ver aquí su testimonio) y por eso el colegio, ante la contundencia de las pruebas periciales enviadas por Espinosa, decidió mandar un equipo de inspectores al lugar que corroboraron de miga a jamón lo descubierto por el tapatólogo informante.

Para colmo la rebaná con jamón se acompaña de un café de los buenos…y eso que el mio era descafeinado. El sitio, el café bar Acuario, es de lo más curioso ya que sólo sirven desayunos…eso sí desde las seis y media de la mañana, aunque destacan que la gente va a desayunar hasta las dos de la tarde…y no es extraño con ese pan y ese jamón. La rebaná sale a 2,70 euros con jamón y sin jamón, sólo con aceite y tomate, que también vale la pena probarla, a 90 céntimos (precio a agosto de 2015).