Alfonso Fernández, con amplia experiencia en hostelería, y Manuela Sánchez, su esposa, pusieron en marcha este establecimiento en marzo del año 2010. Lo del Albero viene por el nombre que tenía un restaurante de la familia en el que también estuvo trabajando Alfonso. Aquí más datos sobre el establecimiento.

El sitio tiene encanto. Es un restaurante muy pequeño y peculiar. Tiene tan solo 40 metros cuadrados y caben entre 18 y 20 personas, todas en mesas altas. Así tan sólo funcionan con reservas. El sitio responde a la estética de los mesones con fotos de la historia del establecimiento y una imagen de la Virgen del Rocío presidiendo la barra. No hay carta y es Alfonso Fernández e que explica directamente a los clientes lo que tienen ese día. De hecho la oferta varía a diario en función de lo que vean en el mercado. Hay para elegir entre una docena de platos que van desde ensaladas a guisos y algo de carne de carne a la plancha. Hay algunos platos fijos como los chicharrones, el tartar de salchichón, unos rollitos de espárragos y jamón ibérico o una pequeña hamburguesa de carne de retinto. La carta de vinos es variada y cuidada y las existencias se exponen en unas extanterias en la barra. En cada botella está el precio puesto. Tan solo tienen un postre y habitualmente lo regalan a los clientes.

Panidaje: Pan de telera de Alcalá de los Gazules. Aquí más bares y restaurantes con buen pan en la provincia de Cádiz.

Precio: Entre 20 y 30 euros.

El interior del mesón Albero. Foto: Cosasdecome.

Vista exterior del local. Foto: Cosasdecome.

Manuela y Alfonso en la barra de su establecimiento. Foto: Cosasdecome.