El establecimiento abrió en octubre de 2005 de la mano de los hermanos Miguel y Juan Carlos Borras, de Jerez. Antes habían estado en el Mesón del Asador trabajando, un local con establecimientos en Jerez y El Puerto de Santa María, especializado en carnes. El nombre se lo pusieron en honor al Tragabuches, el restaurante de Ronda en el que se inició el movimiento de la cocina creativa andaluza. El 23 de noviembre de 2014 abrieron un nuevo establecimiento: La Parrilla del Tragabuche, con una oferta similar al primero. Más datos aquí. Hasta que abrió La Parrilla, tenían una curiosa organización del trabajo: cada año rotaban y uno se ocupaba de la cocina y el otro de atender al público. Después, Juan Carlos pasó a hacerse cargo de El Rincón y su hermano, del nuevo local. En 2021, Juan Carlos ha abierto un segundo negocio, La Terraza del Tragabuche (más información en este enlace).
En Rincón es un establecimiento de estilo rústico, muy elegantemente decorado. Los mismos hermanos Borras fueron los que se encargaron de diseñarlo y de realizar la obra. Tiene terraza, un salón donde está la barra, destinado al tapeo y luego dos comedores, con una capacidad total para 80 personas, donde se come a base de platos.
En lo gastronómico, en el Rincón del Tragabuche ofrecen tapas más bien de estilo clásico. Como punto original tienen un pan al estilo de Burgos, aunque se lo hace una panadería de la Sierra de Cádiz. Lo utilizan, además de para acompañar las tapas, en unas tortas con salmorejo y jamón, roquefort o queso y anchoas. Es un sitio de esos donde todo está bueno. Destacan múltiples propuestas con solomillo de cerdo que hacen al brandy de Jerez, con roquefort o con una crema de puerros. Con esta misma salsa hacen un filete de pargo que fue premiado en una ruta de la tapa. En sus estanterías acumulan ya cinco premios. Además del pargo también han obtenido galardones con el solomillo al brandy, la berza (que ha ganado un galardón local y ha quedado en un segundo puesto en una competición provincial), que no tienen todos los días y a la que agregan como toque personal un toque de vino fino, o los caracoles, una tapa que sólo tienen en temporada. Tienen de tapa un pescado poco habitual como la urta, que se puede tomar a la roteña o frita en taquitos.
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