La iniciativa de este establecimiento partió del jerezano Victor Marín y la sevillana afincada también en Jerez Adelina Pandelet, ambos nacidos en 1974. Los dos ya habían tenido un año antes un establecimiento con el mismo nombre en Alcalá de Guadaira, que dejaron para venirse a la ciudad natal de Victor. El 1 de septiembre de 2018 han cerrado el establecimiento de la plaza Peones para trasladarse a uno nuevo en la calle Gibraleón número 3, también en Jerez (Más información aquí), un local con capacidad para unas cuarenta personas entre el salón interior y la pequeña barra que tienen en el exterior. Tras el cambio -la reapertura se fijó para el 7 de diciembre de 2018- el establecimiento pasó de denominarse Alboronía Bar Tapas a sólo Alboronía.

En lo gastronómico la carta es corta, una quincena de platos, que complementan con sugerencias a diario. De esta manera trabajan solamente con productos de temporada. Resaltan que todos los platos están completamente realizados en el establecimiento. La cocina es una mezcla de lo árabe y lo andaluz, con un toque creativo por parte de Adelina Pandelet, licenciada en Arte y luego formada como cocinera en la Escuela de Hostelería de Jerez. Los platos más solicitados son las croquetas, que hacen con varios rellenos, un timbal de cous cous con ahumados o la alboronía con atún, miso y miel. De todos modos van cambiando mucho la carta, con lo que a menudo se pueden encontrar sorpresas agradables. De postre dulces árabes que traen desde el obrador de Xauen de Vejer.

Informaciones sobre este establecimiento anteriores a 2017, aquí.

Adelina Pandelet y Victor Marín