Jesús Rodríguez Arias señala: «Hermanos Grimaldi» en Jerez es un indispensable templo del buen comer.
El otro día nos acercamos a Jerez de la Frontera, teníamos muchas gestiones que hacer y aprovechando que estábamos en familia nos fuimos a almorzar a un indispensable templo donde el buen comer se une a una cuidada presentación.
Elegimos, como no, el restaurante «Hermanos Grimaldi» donde nos recibieron con el cariño que nos tienen acostumbrados. Allí estaba mi admirado amigo Gonzalo Grimaldi, atento a todo y a todos, así como todo el personal de sala, cada uno desarrollando su misión con esmerada profesionalidad amén de exquisita educación y cercanía.
Para abrir boca un magnífico Palo Cortado Leonor acompañado de una tapa de ensaladilla de pulpo, ensaladilla de la casa con melva canutera que hizo las delicias para nuestros paladares.
Para almorzar Lomo bajo de ternera nacional con 20 días de maduración, exquisita la presentación, lomo de atún rojo sobre menestras con dos huevos fritos a lo alto que estaban, literalmente hablando, para mojar pan y otro de los platos fue solomillo al PX.
Amén de refrescos, agua, cerveza, yo me decanté por un vino gallego, vino Terras que la verdad sorprendía al paladar. Terminando con infusiones y en mi caso una copa de PX Noé.
Yo siempre lo digo: Si quieres comer bien, con esmerada presentación, y atendido desde la exquisita cercanía y profesionalidad tienes que ir sin lugar a dudas al restaurante «Hermanos Grimaldi» en Jerez de la Frontera.

El tapatólogo acompaña su informe con la foto de arriba.