El restaurante abrió en el año 2002, un año después del hotel donde está alojado, la Casa del Califa. El edificio donde está ubicado se construyó entre los siglos XV y XVI. Tanto el hotel como el restaurante lo pusieron en marcha el escocés James Stuart y la vejeriega Regli Alvarez. Posteriormente han puesto en marcha también Califa Tapas, en la calle Corredera y un establecimiento de comida rápida situado en los bajos del hotel. En 2015 han abierto también Corredera 55, un local con mucha personalidad especializado en comida mediterránea (más información aquí). También pertenece al grupo el restaurante Fez.

Sitio con encanto. Cuenta con un jardín, que da nombre al establecimiento, con una zona descubierta y otra, que se acristala en invierno, cubierta en el mismo espacio. Luego cuenta con algunos comedores interiores más. Una de las cocinas está situada a la vista del público. En lo gastronómico la cocina gira en torno a especialidades del Norte de Africa y también incursiones en la cocina libanesa. La jefa de cocina, Khadija Essaadi, es de Rabat (Marruecos) y conoce perfectamente todas las técnicas de cocina de su zona. No faltan platos como la harira, los tagine, pinchitos, pastela, couscous o breuats. Hay también algunas incursiones con productos locales como el atún rojo de almadraba que se presenta con calabaza y couscous. Hay también carne de ternera de retinto. Se cuida especialmente el apartado de cocina vegetariana con platos especialmente destinados a este colectivo. Postres de la casa también de inspiración árabe. El establecimiento lleva ya varios años recomendado por la Guía Michelín. Atienden también celebraciones. Mejor reservar, en verano con mucha antelación,  ya que suele estar muy concurrido.

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