Los hermanos Jesús y Manu Alvarez abrieron el establecimiento en febrero del año 2017 y lo traspasaron en 2019 para centrarse en la fabricación de mermeladas (más datos aquí). Ellos mismos se encargaron de la decoración del local, con un cierto toque mágico y de entrecruzamiento de culturas. El nombre de El Tesorillo hace alusión a unos descubrimientos arqueológicos que se han realizado en la zona de Algaida (más información aquí)
El local tiene barra y mesas en el interior a lo que se une una terraza exterior. Dentro una estanteria donde están algunos productos para vender como vinos o unas originales mermeladas que ellos mismos elaboran con sabores tan llamativos como manzanilla o moscatel. Frente a la estantería lo que han bautizado como «la pared de los deseos», una especie de puerta de inspiración árabe donde invitan a depositar los corchos de las botellas de vino mientras que se pide un deseo. En lo gastronómico amplia oferta de vinos por copas, especialmente en jereces, manzanillas y vinos de la tierra de Cádiz, que se acompañan con un amplio surtido de tostas, algunas de ellas de composición original.
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