En 1942, en la calle Altozano, en el mismo sitio donde aún se mantiene la pastelería, José Galván Benítez abría un pequeño obrador de dulces. Se le conocía como Galván y allí empezaron a hacerse famosas sus creaciones hasta el punto de que a la confitería la rebautizaron los clientes con el nombre de “La Exquisita”.

Sus hijos y sus nietos, que ahora llevan el negocio, han mantenido ambos nombres y en los papeles que envuelven las docenas de dulces se lee La exquisita y Hermanos Galván. En el obrador hay ahora dos generaciones. Pepe y Rafael, hijos de José Galván, y Lola y Pepe nietos del fundador. Muchas de las técnicas siguen siendo las mismas, sobre todo en lo que se refiere a sus famosos dulces de Semana Santa (más información aquí).

También son famosos los camiones, un milhojas que lleva “entreverás” entre el hojaldre varias capas de exquisita crema pastelera. El toque original del dulce está en la parte superior donde colocan una capa de mantequilla y una guinda que es el toque ornamental. Elaboran roscones de Reyes.

El sitio cuenta también con una pequeña cafetería donde se puede merendar o desayunar con los dulces de la firma. También merece la pena observar las paredes con fotos antiguas de Vejer y utensilios antiguos de pastelería.

Informaciones sobre este establecimiento anteriores a 2017, aquí.