Avenida Reyes Católicos, 20
El establecimiento abrió en 1993 de la mano de Salvador González García, un veterano churrero de San Fernando ya que antes había estado 30 años en el conocido bar La Florida, junto al mercado de abastos. Salvador está ya jubilado y es su hija, Cristina González, la que regenta el local. Es un freidor de los clásicos. Tan sólo tiene despacho al público, sin bar. El pescado ya frito puede verse a través del escaparate donde se expone antes de servirlo en los cartuchos de papel de estraza. Tienen bienmesabe, como se le denomina al cazón en adobo en San Fernando, chocos, o caballas en adobo. Los fines de semana (sábados y domingos) también ofrecen churros para desayunar. Se pueden tomar también en el bar Oliva, situado muy cerca del establecimiento.
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