La Heladería Soler de El Puerto pone en marcha un carrito de los helados de estilo antiguo para bautizos, comuniones y bodas

En los años 40, cuando se fundó la histórica Heladería Soler de El Puerto, era habitual que los helados se vendieran en la calle, en un carrito. Era una imagen corriente en grandes aglomeraciones de público, como en la Feria del Vino  Fino, hasta que llegó un momento en que la moda pasó, los carritos se pasaron de moda y ya no se les volvió a ver. Hasta ahora.
Desde hace poco, el establecimiento ha recuperado un carrito al modo de los antiguos, aunque la idea no es vender en ferias o por la calle, sino en las comuniones, bodas y bautizos. Se ha puesto de moda contar con comida ambulante en estos eventos: Hay quien alquila un puesto de perritos calientes y quien cuenta con toda una furgoneta o food truck a modo de cátering sobre ruedas.
Se ha elegido un modelo que recuerda a los antiguos diseños y que cuenta con vitrina. En el interior hay cuatro cubetas de seis litros, por lo que el número de sabores es limitado. Sin embargo, según explica el maestro heladero, Javier Barbacho, no hace falta más: llevan los sabores más pedidos y la ilusión de los niños cuando ven el carrito lo compensa de sobra.
El arranque de temporada ha sido bueno: ya cuentan con este carrito para tres eventos, «sin haberme anunciado siquiera», explica. De hecho, incluso le han pedido que sirviera algún producto más, como los espectaculares batidos con dulces ahora de moda y que sí tiene en la heladería (más información aquí). Sin embargo, la calidad de esta elaboración se resentiría al no poder hacerse al momento, por lo que el carrito seguirá siendo sólo de helados.
Más información sobre esta heladería, aquí.
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