Manuel Sarrias trabajaba de niño en la confitería El Gaditano, ya desaparecida. Allí aprendió la receta, que ha estado elaborando en casa durante fiestas señaladas a lo largo de décadas. Ahora, su hija Mirella ha emprendido un negocio basado en este mismo piñonate, muy aclamado entre los vecinos.
Es muy común en los platos más antiguos y domésticos que haya prácticamente tantas recetas como casas donde se elabora. Nadie hace el puchero igual y, en Jimena, nadie hace el piñonate igual. Todo el mundo le da su toque.
Pero en el municipio hay una receta muy especial: la de Manuel Sarrias. De niño trabajó en una confitería que ya no existe, El Gaditano, y fue allí donde aprendió la receta de varios dulces, entre ellos, el piñonate. Después no siguió en el mundo de la pastelería, sino que se empleó en la construcción. Sin embargo, nunca olvidó estas recetas. El piñonate lo ha estado haciendo junto a su mujer, Isabel Giraldo, durante años, para las ocasiones especiales: en el Puente de la Inmaculada, en Semana Santa, para las bodas… «Prácticamente no quedaba para nosotros, porque todo el mundo nos pedía o nos quería comprar, aunque al final siempre se lo regalábamos, porque le daba apuro cobrarlo», explica la hija de Manuel, Mirella.
Mirella se ha dedicado a la hostelería, hasta que decidió volver a casa para estar más cerca de sus padres. En esta antiquísima receta ha visto una posibilidad de negocio, y así nació hace unos meses Piñonates Sarrias. Mirella vende sus piñonates en tiendas de las provincias de Sevilla, Cádiz y Málaga y también los envía a toda la Península, donde llegan en unas 24 o 48 horas. Explica que va a paso a paso, porque quiere «hacer las cosas bien». Y eso empieza por el formato y el diseño de sus dulces.
Los piñonates que venden pueden ser redondos o cuadrados, y también los elabora individuales para celebraciones. Habitualmente os vende por kilos, medios o cuartos, aunque también trabaja piezas del otros pesos, Además, ha creado unas barras de piñonate preservadas en plástico pensadas para los deportistas, a modo de barritas energéticas naturales. Los envíos se cuidan, y también la imagen de marca. El logotipo es obra de Ana Brito Florin, que ha reproducido de forma esquemática cada detalle de la decoración del dulce: las almendras, los lacasitos… Incluso el nombre está realizado digitalizando la caligrafía de Manuel.
«Desde pequeña he visto como en casa, para cualquier evento familiar, mis padres hacían su piñonate. Por eso, cada vez que elaboro piñonate, es como retroceder al pasado con mi gente. Siempre he escuchado piropos, sobre lo bueno que está, pero claro, nunca valoras lo que tienes», explica Mirella.
Su joven empresa está en la antigua Cámara de Comercio (carretera Algeciras-Ronda) y el número de teléfono de contacto es de 695688619. El precio de los piñonates dependen del encargo y de los márgenes de las tiendas, pero sí hay un precio fijo: los envíos cuestan 9,95 euros independientemente de la cantidad.
El piñonate
El piñonate es una receta tradicional de Jimena, bastante trabajosa de elaborar. Aunque se elabora en las casas, se suele reservar para ocasiones muy especiales. Tiene la peculiaridad de que las cantidades se calculan con un huevo vaciado. La fórmula que publicamos es de la asociación El Avío, y la puedes consultar aquí.
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