Enrico Granieri ofrece pizzas, desayunos con pan propio y también lasañas o pastas al horno en un pequeño quiosco… sin renunciar a despachar chicles y paquetes de patatas.

 

Cuando tenía 14 años y vivía cerca de Milán, Enrico Granieri se dijo a sí mismo que no volvería a hacer una pizza en toda su vida. Llevaba cuatro años ayudando a su madre en su negocio hostelero. Años más tarde y muy lejos de su tierra natal, el cocinero ha pasado de renegar del popular plato italiano a transformar un pequeño quiosco de Zahara de la Sierra en una pizzería.

Es un quiosco en una plaza, la de la Constitución: un quiosco de los de chucherías. Con unas hermosas vistas al castillo del municipio, pero con tan sólo 15 metros cuadrados. Este es el espacio que Granieri ha transformado en una pizzería que, los fines de semana, sorprende a sus clientes con especialidades italianas como focaccias o pasta al horno, y que cada mañana sirve desayunos andaluces y también italianos con pan elaborado allí mismo… y además, sigue despachando chucherías. El pequeño espacio del establecimiento se compensa con la terraza, que dispone de ocho mesas.

Los molletes que elaboran para el desayuno. Fotos cedidas.

Granieri comenzó trabajando en España en establecimientos de la costa. Hace ocho años llegó a Puerto Banús, al restaurante italiano La Pappardella. Volvió a su país para abrir su propio restaurante, pero un año después volvía a la costa española, hasta que un amigo le dijo que iba a abrir en Zahara de la Sierra, y aquí se vino a trabajar con él. Ni siquiera le sonaba el nombre de este pequeño pueblo serrano.

Finalmente, decidió buscar un local donde montar su propio negocio. Y fue durante una conversación con el alcalde, delante del quiosco vacante, cuando surgió el tema. Le preguntó si podría poner allí una pizzería… y el 21 de agosto abría el Kiosco Pizza Da Enrico, que así se llama el establecimiento.

Da Enrico abre sobre las 10 de la mañana para despachar sus desayunos, con molletes elaborados por él que se pueden acompañar con manteca colorá, entre otros aditamentos propios del desayuno de por aquí… o también con embutido o queso italiano. El quiosco vuelve a abrir a las 19:30 para las cenas. Aquí las protagonistas son las pizzas, 26 especialidades incluyendo la de postre (una pizza rellena de Nutella y con fresas), junto a la focaccia. Esto, entre semana, porque los fines de semana el surtido se incrementa con otras recetas italianas, como las pastas al horno, la provola alla pizzaiola, la lasaña… Pizzas y otros platos se pueden consumir en la terraza o llevar a casa.

«Es algo diferente y está siendo muy demandado. La gente está hablando muy bien y no sólo en Zahara, sino también en Cádiz, en El Puerto… Estoy ofreciendo un producto de calidad a un precio muy barato para que se lo pueda permitir todo el mundo», explica Granieri. Para el futuro quiere incrementar la superficie del quiosco, si se lo autorizan: de los quince metros cuadrados la mayor parte están ocupados por la maquinaria, que le dejan un espacio muy reducido para trabajar.

Enrico, con una de sus pizzas.

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