El Restaurante Candelaria se ha renovado, aunque continúa ofreciendo una gastronomía tradicional del norte de Italia. El establecimiento ha ampliado a todos sus platos el servicio de comida para llevar.

 

Ni la mascarilla logra ocultar el pesar que siente Massimo cuando escucha mencionar la pizza con piña. En el Restaurante Candelaria de Cádiz hay pizzas, aunque nada de hawaianas ni similiares: hay pizzas realizadas según la tradición romana, las de masas finitas, sin el borde que caracteriza a las napolitanas.

Este restaurante y pizzería es él único en Cádiz -y seguramente también en la provincia- regentado por milaneses, Massimo Maggi y Viviana Noè. Los que más abundan son los fundados por italianos procedentes del sur, y la gastronomía difiere. Por eso las pizzas son romanas -no hay una típica de Milán- y los platos del restaurante son un homenaje a la cocina tradicional del norte.

Ensalada bresaola. Fotos cedidas

El establecimiento ha reabierto tras la pandemia renovado, aunque su filosofía no ha cambiado. Un nuevo color en las paredes da un aire más recogido a la sala, y la zona donde se elaboran las pizzas está ahora junto a la cocina para facilitar el trabajo. Tras seis años de actividad, había llegado la hora de hacer algunos cambios. Iniciaron las obras en enero, por lo que no han podido inaugurar hasta después de la pandemia, ya con todas las medidas de seguridad. Incluso algunas de las mejoras realizadas durante la obra, como la renovación del aire acondicionado o la separación con mamparas de la zona de pizzería han venido bien, porque contribuyen a mejorar la seguridad frente a los contagios. El establecimiento cuenta, además de con la sala interior, con una demandada terraza en la plaza de la Candelaria para unas 20 personas.

La terraza está situada en la céntrica plaza de Candelaria.

La carta del restaurante sigue la misma filosofía de antes de la reforma: platos hechos al momento, con elaboraciones frescas. Hay variedad de entrantes, ensaladas, pastas frescas y secas (y también sin gluten) y ellos mismos elaboran la masa de las pizzas. Entre los preferidos de los clientes habituales están las tablas de quesos y embutidos, una selección que, en el caso de los quesos, se acompaña con higos y mermelada de tomate.

Los fines de semana cuentan con algunos platos fuera de carta en los que utilizan los productos de temporada para realizar recetas basadas en la tradición culinaria de su país. «Tengo la casa llena de libros de cocina italiana», explica Massimo. Pero no todo está en los libros: también hacen recetas familiares, como el tiramisú que sigue la fórmula de la abuela de Viviana. «Es importante ser tradicionales, tener una identidad, y es como a  Viviana y a mi nos gusta hacer las cosas», explica el propietario.

Las novedades: carta para veganos y ampliación del servicio para llevar

Tienen previsto que en los próximos meses la carta se incrementará con un apartado específico para vegetarianos. No es la única novedad. El establecimiento ya contaba con un servicio de comida para llevar, pero sólo para las pizzas. Ahora, se puede encargar cualquiera de los platos que están en la carta.

Massimo recomienda que se tenga en cuenta que todos los platos -pizzas incluidas- se elaboran al momento para calcular con cuánta antelación realizar los encargos.

Aspecto del interior del establecimiento tras la reforma.

De beber

El restaurante tiene una carta amplia de vinos italianos, con 25 referencias. Hay un par de españoles (un rioja y un verdejo) y el resto son importados de diferentes zonas de Italia: los hay blancos, tintos, dulces… a los clientes, les aconsejan algún maridaje, como combinar una pizza de sabor rotundo como la 5 Formaggi con Prosecco un blanco «perfecto para ese tipo de pizza».

También tienen cervezas italianas, concretamente seis, y cuentan con una gintonería a la que de vez en cuando incorporan algún destilado más del país.

Puedes ver la carta completa aquí.

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