Tapa con cierto toque «arqueotapatológico» ya que presenta varios rasgos ya perdidos en el taperio del siglo XXI. Así la tapa se presenta en plato de loza blanca, de los de forma ovalada y el «abrigado» del bistelito de marrajo se realiza con pan de barra, una práctica ya dificil de encontrar ya que en los montaditos el pan de barra se ha sustituido por pequeños panes destinados a este uso y habitualmente de masa congelada. Utilizan el pan del Horno de San Antonio. Dentro un filete de marrajo (cazón de tamaño grande) generoso de grosor y en un punto perfecto de ternura. Va ligeramente tostado por fuera y simplemente aliñado con ajo, limón y sal. Paco Sánchez, que regenta el establecimiento junto a su primo Nicolás señala que es una de las tapas más veteranas del establecimiento que comenzó a ser regentado por la familia Sánchez en 1963. La tapa sale a 2 euros (precio a febrero de 2018).
Lugar
Población
Día de hallazgo
13/02/2018
Descripción
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