El plato recuerda un poco a la fideuá valenciana, pero con muchos matices. Emplean unos fideos muy finos que frien en aceite y que luego «aliñan» con un caldo de pescado de los que tienen sustancia. Toque de horno y palante. Esa es la base de este plato construido por el cocinero Pepe Naranjo, director gastronómico de Gallopedro. Luego, por lo alto, los fideos llevan unos «adornos». Depende de lo que haya en el mercado le ponen unas puntillitas o unas tiras de calamares o incluso algo de marisco. Además unos pegotones de una especie de alioli picante. Los que no sean de picante no se asusten porque la cosa es leve y no roba al plato, sino que le aporta. La ración sale a 18 euros (precio a enero de 2021). En la actualidad el sitio está cerrado temporalmente.