Los guisos de fideos cuando están bien hechos son un plato que te hace encontrarte con la felicidad. En Casa Paco Ceballos, en la ribera del Marisco, tienen este guiso los lunes o los martes y lo sirven en tapas, en plato hondo con unos fideos gordos de color amarillo “abrigados” con una salsa cremosa realizada con verduras y un caldo de pescados y mariscos. La cosa se aromatiza con un buen chorreón de vino fino de la bodega de las Siete Esquinas de El Puerto. Los tropezones de almejas, con su cáscara y de gambas, estas peladas, son abundantes en el guiso. La obra fideistica es de la cocinera Ana María Rodriguez y el plato se cotiza a 3 euros (precio a abril de 2021)

El descubrimiento pertenece a la ciencia de:

Obesofidecia:  La ciencia que estudia los fideos gordos es una ciencia hermana de otra disciplina muy gaditana, la babetofonía, el área científica de la tapatología que estudia las babetas, que son las versión gaditana de los tallarines italianos. Aquí los hacemos más cortitos…porque aquí todo está cortito. Pero ya centrándonos en la obesofidecia habría que decir que estamos ante una evolución natural de fideuá, aunque con mucha más enjundia. Mientras que en guiso de la zona del Levante se ponen los fideos practicamente anoréxicos, aquí les podemos unos fideos gordos que chupan una jartá de sabor y así están de buenos. Por decisión del Colegio Oficial de Tapatólogos del 12 de octubre de 2012 se decidió ampliar el área de estudios de la obesofidecia a todo tipo de fideos, independientemente del grosor que estos tengan. Se cumple así con la Ley de Igualdad de los Fideos para evitar que se marginen a los fideos en función de su grosor.

…Y para acompañar