Los churros de lazo de la churrería Los Arcos
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Los churros de lazo de la churrería Los Arcos
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Día de hallazgo
Descripción

El churro puede adoptar diversas formas. El es así. Aquí, en la provincia, lo más habitual es encontrarlo en dos estados, los finos y los gordos…para que más pamplinas de clasificación. Esta churrería de Chipiona, situada frente al mercado de abastos, que es un sitio en torno al cual siempre crecen las churrerías, los hace en su variedad de finos, aunque con una estética poco vista que es en forma de lazos. Son lazos como de cuatro bocaos y tienen varios virtudes en lo que al churrismo se refiere. La primera de ellas es que están muy crujientitos, cualidad churrística por excelencia. Si el churro está lacio es poco apetecible…lo mire por donde lo mire.

La segunda cualidad del churro es su color rubio, más que rubio sueco, un rubio un poquito más oscurito, rubio color croqueta de bacalao es lo suyo. Aquí también lo logran gracias a un cambio frecuente del aceite de girasol que emplean en los dos peroles en que realizan la fritura. Y el tercer logro es lo etereo de la masa, muy suave lo que hace que el churro no resulte pesado, cosa fundamental para recorrer el mercado para comprar. Tres virtudes tres tienen por tanto estos churros que elabora José Manuel Sace Bernal, mientras que su mujer, Regla Olmedo Neches se ocupa de despacharlos, sin un gramo de aceite sobrante, por cierto, y en el académico papel de estraza.

José Manuel aprendió a hacerlos de un familiar aunque luego ha depurado su técnica que le llevó a presentarlos en forma de lazo, algo habitual en otras zonas, pero poco visto por aquí. José Manuel señala que así son más fáciles de elaborar y quedan más crujientes. Sólo los hacen por la mañana y se venden al peso, aunque también hay clientes que los piden por unidades. Justo al lado hay dos cafeterías con lo que se puede sentar a uno a comerlos tranquilamente.