Apartado científico: Calamarismo prieto. El colegio oficial de Tapatólogos dadas las características de este monumental calamar decide abrirle ciencia propia aunque bien podría entrar dentro de la categoría de la Cefalopodoscrocia de chupona ya con algunos estudios publicados. Sin embargo el carácter prieto del relleno de este calamar (obsérvese en la foto) bien vale la pena años de estudio y realizar las oportunas catas del producto, incluidos los chicharitos, todas las veces que haga falta. Estos calamares también son recomendables para los tapatólogos estudiosos del prietismo o rellenos apretaos, fenómeno que se da sobre todo en las albóndigas.

La Rambla es un bar que entra dentro de una clasificación superior de bares que son aquellos en que todo lo que te pidas está bueno. Una de sus especialidades más renombradas son estos calamares rellenos… pero bien rellenos porque parece que para meter dentro todo lo que llevan tienen que utilizar una aplanadora para lograr apretujarlo todo. Se sirven para mayor regocijo acompañados de unas papas fritas y algunos chicharitos así como de decoración. La receta es del anterior propietario del establecimiento, Olimpio Fabeiro, gallego de nacimiento, que empezó a elaborarlos en 1996. Llevan un poquito de chorizo, los bigotes del calamar, huevo duro, jamón, un poquito de carne del puchero y luego para juntarlo todo huevo y pan rallado. Todo esto, como a presión, va dentro del calamar que se cierra con un palillo de dientes que, a veces, de lo bueno que está todo, te entran también ganas de comértelo. Se hacen en una salsa riojana y se sirve, al gusto del consumidor, o enteros o ya partidos a trozos, siempre con una cama de papas fritas. El precio (agosto de 2021) es de 4,5 euros la unidad.