Es curioso lo de este establecimiento de Bornos, donde es posible encontrar mariscos poco habituales en la provincia, incluso en la costa. Uno de los platos que sirven en el local de la avenida de la Constitución son unas estupendas quisquillas que traen desde Motril. Las quisquillas blancas, son más grandes que las quisquillas rojas las que se ven habitualmente por aquí. Son del tamaño de las gambas y tienen la cabeza más grande y más redondeada. En muchas ocasiones las tienen con huevas, lo que las hace aún más exquisitas. El punto de cocción, milimétrico y los chupetones a las cabezas dan un magnífico resultado. Marco Antonio López, el propietario, señala que “las cocemos al momento, cuando las piden”. Las tienen a un precio que oscila entre los 80 y los 90 euros.
El descubrimiento pertenece a la ciencia de:
Mariscodoncia. La mariscodoncia es la ciencia que estudia el marisco en cualquiera de sus manifestaciones. En este caso el hallazgo perteneceria a la rama de la mariscodoncia conocida como mariscodoncia quisquillosa, ya que se dedica al estudio de la quisquilla.