La corvina es uno de seres vivos en los que sin duda alguna el creador se lucio, especialmente cuando alcanza el grado de «a filetitos» momento en el que se convierte en un objeto de culto por parte de los tapatólogos.
En El Bar El Punto, como bien dice su nombre, consiguen darle a este pescado el punto justo. La suelen tener todos los días. Depende de la zona del pescado que utilicen, suelen comprar ejemplares grandes, la sirven en tacos, en filetes o incluso en cortes especiales como la ventresca o la parpatana. Diego Barroso, el cocinero del bar El Punto señala que «la cocinamos como lo pide el cliente, pero siempre aconsejamos un tratamiento dependiendo de la procedencia de la pieza. Si es un taco, prefiero darle un toque de plancha y luego terminarlo en el horno. Otros trozos los hago a baja temperatura y sin filetes más finos, simplemente un toque de plancha».
A nosotros nos toco el toque de plancha, realmente sublime, conservando la jugosidad del pescado. Para acompañar un salteado de patatas y verduras, simple pero también logrado, un ejemplo de tratamiento óptimo de la buena materia prima. Ya puestos en el establecimiento te recomienda pedir antes unos huevos de choco al ajillo, un plato que inventó el padre de Domingo, Diego Barroso y que siguen manteniendo en carta. De postre una poleá preparada de tres formas diferentes, también para gran aplauso.
La ración de corvina sale a 18 euros.
La poleá en texturas, otro de los platos sobresalientes del bar El Punto. Foto: Cosasdecome
El cocinero Diego Barroso junto a su hermano Antonio Ramón, que se encarga de atender al público, a la entrada del bar El Punto. Foto: Cosasdecome
El descubrimiento pertenece a la ciencia de:
Corvinismo: El Corvinismo es más que una ciencia, casi una religión, una secta que se dedica a venerar este pescado de carne tersa y blanca.
…y para acompañar
