El bizcocho borracho de Sobrina de Las Trejas
Tapa
El bizcocho borracho de Sobrina de Las Trejas
Tapatólogo descubridor:
Población
Día de hallazgo
Descripción

Estos bizcochos borrachos son tan especiales que se llaman borrachos, pero de borrachos no tienen nada porque en sus ingredientes no figura para nada el alcohol. Hasta en eso son personales. El bizcocho de Sobrina de las Trejas es diferente. Primero porque es cuadrado, generoso de formas y porque se divide en dos partes. En la de abajo, y sirviendo de sostén para una crema pastelera de antología, un bizcocho, “recio” lo define Fermín Mesa, el maestro pastelero de la confitería. Lo llama así porque es de miga contundente para que soporte sin inmutarse un lujurioso baño en un jarabe que lo deja jugosito, jugosito. Y luego, a modo de edredón del bizcocho, una crema pastelera que lleva, según narra Fermín, un “toquesito para que se acerque al flan que nos comíamos cuando eramos niños”. Este dulce, uno de los clásicos del expositor de Sobrina de las Trejas, tiene ya más de 60 años. Lo inventó, allá por la década de los 50 del siglo XX, el padre de Fermín, José Mesa y la fórmula se ha mantenido desde entonces idéntica. El sistema de elaboración es totalmente artesanal y se hacen de uno en uno. La crema se unta con un cuchillo de grandes dimensiones.