La carne mechá es un estado superior de la carne. Está la carne congelada, la carne fresca y por encima de todo la carne mechá. La escena transcurre un domingo de julio en la Sierra de Cádiz. Pongamos que en El Bosque. Debían de ser las once de la mañana, más o menos, que no soy un reloj. En el cruce que va para Grazalema está la Venta Mateo y en la terraza hacia sombrita. Cuando nos sentamos vimos pasar por el lado un bocadillo de carne mechá y dijimos “mio es”. Pedimos uno igual. Venía en un pan como de chapata ligeramente crujiente y la carne en un estado de templadito, muy jugosa, con un poquito de salsa que pringaba el miajón.
La obra de arte del carnmechadismo es de la cocina Mercedes Millán, la esposa de Juan Corchado, el gerente de la Venta Mateo. La guisan simplemente con un poquito de ajo, a fuego lento y utilizando cabeza de lomo.
La ponen en el pan que se quiera. La mejor opción es comerla con el mollete del Molino de Abajo. También se puede pedir por raciones. El bocadillo de carne mechá sale a 3,5 euros y la media ración a 6 (precios a julio de 2017).
El descubrimiento pertenece a la ciencia de:
Tentaciones de la Carne, que estudia todos los hallazgos tapatológicos más bien carnívoros. En concreto estaría adscrito al subapartado de carnemechadismo. También sería estudiable por el área de bocadillismo.
…y para acompañar